Cuidado
"Pero el Señor cuida siempre a los que le honran y confían en su amor." Salmos 33:18 "
Hay un viejo himno que dice: Nunca te desesperes, oigo al Señor decir, y en su Palabra confiado, hago al dolor huir. Si El cuida de las aves, cuidará también de mí. Y es terrible cómo es la mente. Después de más de 20 años, ayer volví a recordarlo. No pasó nada terrible en mi vida. No hubo ningún caos. El terremoto no arrasó mi casa. No hubo una lluvia de meteoritos en mi país.
Pero tuve la necesidad de sentirme cuidado. De que una mano protectora, grande y poderosa me sostenga. Es gratificante vivir el apoyo de nuestra esposa, de los hermanos, de los que nos quieren, de los que oran por nosotros, de nuestros amigos.
Pero el salmista sabía de algo aún mayor y más poderoso. Hay días cuando estamos medio bajón, cuando nos pesan los pies, tenemos las manos cansadas, nos cuesta dar otro paso. Aunque estemos rodeados de gente, igual nos sentimos solos. Esos días cuando los problemas parecen más grandes y las soluciones más lejanas.
No necesariamente algún problema grave. Esa pequeña astilla clavada en la planta del pie que molesta y duele, nos saca las ganas. Cuando tenemos ganas de seguir durmiendo y de no salir de la cama.
Para esos días complicados, David nos recuerda que Dios es digno de confianza. Su mano nunca se aleja. Aun cuando parece que nadie nos ayuda, cuando parece que nadie nos escucha, cuando parece que solo el silencio nos responde, Dios nos cuida.
Su mano siempre nos protege, siempre quiere lo mejor para nosotros. Los problemas que tenemos no son una demostración que Dios no nos ama. Las dificultades que pasamos son una oportunidad para descubrir la generosidad de Dios.
Tal vez no desaparezca hoy tu problema, tal vez sigas caminando todo el día con los pies pesados y las manos cansadas. Pero a pesar de eso, Dios está. Aun en medio de tu dificultad, Dios está para cuidarte. No te alejes de Su Mano. Estar bajo su mano, es la garantía de la seguridad.
El nunca te deja solo, El siempre te acompaña. Su amor es mayor que cualquier duda. Su misericordia es más grande que tu necesidad. No dudes del cuidado de Dios. El te cuida porque te ama, y su amor es eterno.
Dios cuida siempre porque su amor no cesa.
Gracias a la hermana Silvia por el fondo
PEDRO PABLO
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