EL DÍA 50, PENTECOSTES
“ Envía tu espíritu, Señor y repuebla la faz de la tierra”… (salm. 103)
( Hch.2,1-11;Cor.12,3ss;Jn.20,19-23)
Queridos amigos, también nosotros, como aquellos primeros discípulos, nos hemos reunido en su nombre y estamos a la espera de que se cumpla su promesa.
Jesús, después de ocuparse durante 50 días de revitalizar a sus discípulos que estaban muertos de miedo y de desánimo, quiso que vieran de forma palpable que El era el resucitado y el que había prometido al E. Santo. Como siempre, también esa promesa se iba a cumplir y para eso les había mandado permanecer a la espera en Jerusalén. Los ha reunido y ciertamente no era para pasar un rato de amistad y armonía solamente, sino para que recibieran al que iba a recordarle todo, al que les iba a sostener el ánimo y a quitar el miedo que les tenía atenazados y paralíticos.
Jesús los – nos – ha elegido, nos conoce y sabe que no se nos puede dejar solos,” sin mi nada podéis hacer” y los llena de Espíritu Santo, que es la 2ª persona de la Sam. Trinidad y Dios como el Padre y como el hijo. El Espíritu los guiará, aunque sea en medio de la oscuridad y la tormenta y por supuesto no permitirá que pierdan su dignidad de hombres fieles a Dios en cuyo nombre están invitados a sembrar: “ Como me envió mi padre así os envío yo a vosotros”.
Jesús nos confía la misión para la que nos quiere libres, hasta poder incluso traicionarle, pero desde luego no nos quiere inútiles ni eternamente desganados. Les da la semilla que habían de sembrar, les da el plan a seguir y les fija la besana; “ Ahí tenéis el mundo entero, íd y proclamadle la Buena Noticia de mi parte. Ha llegado el momento: eran hombres encerrados y ahora los envía a nuevos desafíos. Jesús se pone en medio de ellos y “La paz esté con vosotros” sopló sobre ellos y añadió:” recibid el E. santo, a quienes perdonéis los pecados les quedan perdonados y a los que se los retengáis Dios se los retendrá.” El E. Santo sigue vivo y actuando en nuestro mundo y en personas y situaciones concretas como actuó cuando no existía nada y todo era vacío, el E. santo planeaba, sin embargo, y la PALABRA CREO EL EXISTIR.
Es el mismo Espíritu el que actúa en ti y en mi como actuó en los momentos de anarquía y desorientación de su pueblo, haciéndose escuchar por medio de los profetas; entonces el sinsentido vuelve a tener una estrella y el camino metas. Es imperceptible pero vivo y actuante. Y vuelve a hacerse presente, cuando el último de los profetas, Juan en el Jordán, vio rasgase el cielo y bajar EL ESPIRITU, en forma de paloma, para posarse sobre el Hijo amado haciendo, desde entonces, a Dios presente y familiar dispuesto siempre para acoger al hijo, aunque venga de la noche.
VEN DULCE HUESPED DE ALMA/ DESCANSO DE NUESTRO ESFUERZO/TREGUA EN EL DURO TRABAJO/ BRISA EN LAS HORAS DE FUEGO/ GOZO QUE ENJUGA LAS LAGRIMAS/ Y RECONFORTA EN LOS DUELOS.
VEN, ENTRA HASTA EL FONDO DEL ALMA…………..
RIEGA LA TIERRA EN SEQUÍA,
SANA EL CORAZON ENFERMO…………………..