LA BENDITA ESPERANZA *
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestra gran Dios y Salvador Jesucristo. (Tito 2: 13)
Jesús dijo que iría y prepararía mansiones para nosotros, para que donde él estuviera nosotros también estemos. Habitaremos siempre con él y gozaremos de la luz de su precioso semblante. Mi corazón salta de gozo ante tan alentadora perspectiva. Estamos casi en el hogar. ¡El cielo, el bello cielo! Es nuestro hogar eterno. Me regocijo a cada momento porque Jesús vive. Y porque él vive nosotros también viviremos. Mi alma dice: Alaba al Señor. En Jesús está la plenitud, la provisión para cada uno, para todos,¿ y por qué habíamos de morir por falta de pan o hambre en tierras extrañas? Siento hambre, siento sed por la salvación, por una completa armonía con la voluntad de Dios. Tenemos una buena esperanza mediante Jesús. Es segura y firme y entra hasta dentro del velo. Nos consuela en la aflicción, nos da gozo en medio de la angustia, dispersa la lobreguez que nos rodea y nos impulsa a mirar a través de la misma hacia la inmortalidad y la vida eterna. . . Los tesoros terrenales no nos resultan atractivos, porque tenemos esta esperanza que se eleva por sobre los tesoros de la tierra que perecen y se aferra de la herencia inmortal, los tesoros que son durables, incorruptibles, incontaminados que no se desvanecen. . .
Nuestros cuerpos mortales pueden morir y ser puestos en la tumba. No obstante la bendita esperanza vive hasta la resurrección, cuando la voz de Jesús llama al polvo que duerme. Entonces gozaremos de la plenitud de la bendita y gloriosa esperanza. Sabemos en quién hemos creído. No hemos corrido ni trabajado en vano. Una recompensa rica y gloriosa está ante nosotros; es el premio por el cual corremos, y si perseveramos con ánimo seguramente lo obtendremos.
Hay salvación para nosotros, ¿y por qué, entonces, nos mantenemos alejados de la fuente? ¿Por qué no acudimos y bebemos para que nuestras almas se refresquen, cobren vigor y florezcan en Dios? ¿Por qué nos aferramos tanto a la tierra? Hay algo mejor que la tierra, de lo que podemos hablar y en lo que podemos pensar