La conciencia de la presencia de Dios me consuela.

Me siento reconfortado al permitir que la paz y el amor de Dios me calmen y me consuelen. No hay sino una Presencia, un Poder y un Amor perpetuos. Todo en esta experiencia humana es temporal, mas Dios es eterno. Su presencia me sosiega en momentos de reto.

Veo el amor de Dios revelado en una gran variedad de maneras. Lo veo en la naturaleza cuando esta se recobra y regenera después de un desastre. Lo encuentro revelado en escrituras sagradas, poesías y canciones. Lo presencio en los actos cotidianos de bondad y compasión. No importa lo que pueda enfrentar hoy, el amor de Dios me sostiene siempre. En Su guarda, encuentro paz.

Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. --Salmo 23:4