La mente de Cristo, y el viejo hombre
"Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo" 1 Cor. 2:16.
¿Nos da nuestra mente finita, para visualizar en lo infinito de Dios, semejante revelación registrada en las Escrituras? ¿La mente de Cristo?
Jamás trataría de "sentar cátedra" en la exégesis de las Escrituras. lo que deseo con todo mi ser, es compatir, lo que personalmente, entiendo de lo que escudriño, recibo y vivo, , de Su auto revelación, por medio de lo que Escrito está, en Su Preciosa Palabra.
¿Cómo podríamos ser candidatos a "tener la mente de Cristo"?. Obviamente no se refiere a tener su cerebro entonces, ¿Cómo podría ser? Está claro que tenemos Su Espíritu pero ¿tener Su mente?.
Permitanme la siguiente propuesta: En base a lo que yo creo, sobre lo que Escrito está en Proverbios 23:7 "Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe te dirá; Más su corazón no esta contigo" Y considerando que la Palabra de Dios es la revelación de Sus pensamientos, al entrar en el proceso de despojarnos de viejo hombre, lo que eramos, y renovar el espíritu de nuestra mente, y vestirnos del muevo hombre, la nueva identidad, creado según Dios en la justicia y la santidad de la verdad; entendemos aquello de: "Daré mi ley Mi voluntad-Pensamientos en su mente, y la ecribiré en su corazón; Y Yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo".
Si tenemos Sus pensamientos seremos candidatos a tener "Su mente" es decir, Su mentalidad, Su forma de pensar. Recuerdan aquello; "El que se une al Señor, un espíritu es con Él". Recibiendo Su Espíritu aspiramos a recibir lo que "tal es Él".
¡Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber!.
Es difícil valorizar todo lo anterior. No por ponerlo en duda más si, por nuestra mente limitada, que le cuesta de concebir la magnitud de semejante Verdad, revelada por el mismo Dios que nos dio Su Espíritu y dice que también nos dio Su Mente.
Por otro lado. Nos encontramos con el peor enemigo de la nueva criatura; y créanme no es Satanás. La mayoría de los creyentes creen que el diablo es su peor enemigo, nuestro peor enemigo no es el diablo, ni el mundo, es nuestra propia carne, la cual rechaza las cosas del Espíritu.
Estamos tratando de establecer, que somos el resultado del proceso de recopilación de información, a lo largo de nuestra vida fuera de Dios, y en el sistema anticristiano en el cuál vivimos en este mundo.
Consecuentemente, es de vital importancia, buscar la vivencia personal del "despojarse del viejo hombre". Lo que aprendí, acepte, creí y viví, apartado de los principios de la Palabra de Dios. Me seguirán apartando de Él, en la medida, que yo siga creyendo los argumentos que se levantan en contra del Cristo de la Gloria.
Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para derribar fortalezas derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. es la batalla de la Mente.
Es la batalla de nuestra mente, unida a la mente de Cristo, en contra de los argumentos anticrstianos, que fueron establecidos como verdades en nuestra memoria sin la presencia del Dios Creador.
Bueno, el asunto sigue, pasa de lo Legal de Dios, a lo Vital del ser humano, con o sin Cristo. ¡Usted decide!.