EL DOLOR DE UNA MUJER - DETALLITOS CRISTIANOS

EL DOLOR DE UNA MUJER

Algunas mujeres, a lo largo de nuestra vida, nos hemos sentido gordas, feas, inútiles, tontas, infelices, inseguras, problemáticas, frustradas, no queridas y evitadas entre millones de sensaciones dolorosas que minimizan nuestra calidad de vida.

¡Nuestra autoestima es tan baja que no solo no encontramos la manera de sentirnos mejor, sino que cada segundo nos hundimos más en nuestra depresión!

Pues hoy es el día que debes tomar una decisión: ¡“Un cambio de actitud”!.

Plantearse un cambio de actitud es el primer paso de este proceso de “cambiar" donde "el pasado, pisado" y el presente comienza a nacer.

Si bien es cierto que existen ciertas pautas básicas que toda mujer debe tener presente en su vida diaria para poder aspirar a un mejor estado emocional y poder vivir la vida en lugar de padecerla, es muy importante saber a ciencia cierta que cada una es única e irrepetible y los problemas son diversos como nuestra esencia. ¿Y quién mejor que Dios para conocer nuestra esencia? ¿Acaso no es Él quien nos conoce desde el vientre de nuestra madre y tiene hasta nuestros cabellos contados uno por uno?.

Nuestro Hacedor, querida mujer, es el único ser al que puedes contarle todo, llorarle todo, quejártele de todo… No busques ningún ser humano para esto, solo búscalo a Él, porque El es divino, no humano. Y Su divinidad y Su gloria es para ti que lo necesitas ahora!. Y siempre está disponible para escucharte y ayudarte.

¿Estás preparada para cambiar tu vida?, ¿Te interesa dejar de sufrir? Si es así te invito a intentarlo juntas en esta oración:

“Dios Amado, mi fiel compañero y amigo, en esta hora queremos recurrir a tu gracia para expresar nuestra desazón, nuestro dolor, nuestra impotencia, por la indiferencia del mundo. No encontramos consuelo en nadie ni nada. Nuestra vida sólo está en tus manos y sabemos que Tú conoces el llanto y sufrir de nuestra alma. Aquí estamos para declarar que rechazamos esta vida de dolor y sufrimiento y decidimos cambiar nuestra actitud de hoy en adelante, que vamos a comenzar a vivir de la manera que Tú nos enseñaste para poder disfrutar de esta vida que nos regalaste y que valoraremos mucho mas el hecho de tu gran amor por nosotras. Solo contamos con tu fidelidad, con tu amor, con tu misericordia para vivir de aquí en mas, y te pedimos que también nos ayudes a dar todo esto que nos das de gracia a toda otra persona que lo necesite para poder cambiar su vida, para poder cambiar de “el llanto y las cenizas a el gozo y el canto”! Amen.