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El valle de sombra de muerte
"Sunque ande por valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno: porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado estarán conmigo" Salmo 23:4.
Cuando David escribió el salmo 23 se refirió a unos lugsres igílicos con abundante pasto y agua refrescante. también sabía de lugares donde había peligro como el valle sobre el cual caía la sombra de la muerte. Sin embargo, veía más allá de lo que sería causa de pánico y declaró "no temeré mal alguno". ¿Por qué no tenía miedo? Porque sabía de la protección del pastor, "Tú estarás conmigo". En medio del peligro, las ovejas reciben mayor segutidad por la presencia del pastor, En medio de la noche puede acercarse un lobo o se detectan sombras extañas que inquietan. Es entonces que el andar del pastor en medio de ellas, vuelve la calma al rebaño.
las ovejas conocen la voz del pastor y sienten sus pisadas que significa que está presente en medio de ellas. Así ocurre con la presencia de Cristo en el corazón del creyente. Tomás Goodwin, el escritor puritano comentó: "he conocido a hombres que oraban a Dios sólo por el gozo de estar en su presencia y estar con Él" Con frecuencia oramos a Dios en momentos de extrema necesidad, pero ¿cuántos de nosotros oramos a Dios sólo para estar con Él? La práctica continúa con el pastor nos envalentona a decir "no temeremos en el valle de sombra de muerte, pues el pastor está conmigo".
hay algo más que la presencia del pastor que alienta a las ovejas y ello son la vara y el cayado. Son dos palabras que indican un doble propósito. La vara es para ahuyentar a los animales mientras el cayado es para guiar y dirigir a las ovejas. La vara representa el poder de Cristo par protegernos de todo peligro, y también usa el cayado de la disciplina que ejerce sobre nosotros cuando nos apartamos de su dirección. Las ovejas son notorias por sus descarrios. Asimismo nosotros nos apartamos con frecuencia del sendero del pastor. Pero es entonces que con su vara y su cayado el pastor infunde aliento y ejerce la disciplina en nuestra vida. Este valle no es un cañon montañoso sin salida. Hay una abertura al otro lado, y si el pastor guía sus ovejas por un valle donde hay sombras, es porque sabe que la luz del día les aguarda más allá, con agua y pastos sin fin. El cristiano debe andar también por este valle, pues le agüarda un fin dichoso: la vida eterna en el cielo. Juan Bunyam estuvo encrcelado en Bedford, Inglaterra, por predicar el evangelio. Escribía a los hermanos de la congregación diciendo: "¡Adios, hijos míos queridos, la leche y la miel se ecuentran más allá del desierto". Les animaba a confiar en Cristo, el pastor de sus almas y dijeran palabras como "Señor Jesús, guíame Tú por las sendas de esta vida y en el día postrero de mi exstencia cuando ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo.
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FFondo: Marta vargas
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