COMO DUELE ESPERAR

( PARTE I )

Por Dr. Jose Luis Gonzalez
Miami Fl. USA

"CLAME CON TODO MI CORAZON;

RESPONDEME JEHOVA,

Y GUARDARE TUS ESTATUTOS"

(SALMO 119:145).

Existen esperas que son muy agradables, como la que sienten los matrimonios cuando nacera su hijo; tambien la que siente la familia, cuando estan construyendo una nueva vivienda ; o la que siente el obrero cuando falta una semana para salir de vacaciones; o la tremenda alegria que siente el extranjero, cuando despues de siete años vera nuevamente a sus padres o a sus hijos.

Todas esas esperas son muy  agradables, sobretodo cuando falta ya poco tiempo para que llegue el dia de disfrutar lo que tanto ha deseado.

Pero existe una espera que duele, y es la espera que esta entre el tiempo que el cristiano eleva una peticion a Dios y el tiempo de la respuesta, porque en algunos casos, sentimos que la respuesta tarda demasiado, sobretodo, en aquellas circunstancias donde estan en riesgo nuestras pertenencias personales, la vivienda y los ahorros que con gran esfuerzo han sido obtenidos. Cuando buscamos el socorro de Dios, para no perder la casa, por el embargo del Banco, cuando las finanzas actuales han sucumbido ante el fracaso de nuestros planes, o cuando las puertas se cerraron con toda su fuerza y hemos sido reducidos a escombros; o cuando los problemas de salud nos amenazan con enfermedades incurables o con tratamientos carisimos;  
En esos momentos clamamos con urgencia a Dios, porque necesitamos su ayuda, ya que solamente un milagro nos puede sacar del pozo de la desesperacion, de la agonia del deficit economico, de los deseos de morir al vernos traicionados, y por el tremendo dolor de las enfermedades.

Luego de orar, de llamar a los ancianos y a los pastores, sentimos que los problemas siguen presentes, y cada dia se vuelven mas graves, las amenazas continuan, nos surgen ojeras de tanto llorar, y nuestro cuerpo languidece por los ayunos.

Eso duele, esa espera es dolorosa, levantamos la mirada hacia las nubes, para ver si ya la bendicion viene bajando, pero el tiempo sigue transcurriendo y los dias por muy soleados que esten, siempre nos parecen sombrios, grises y plomisos.

Ese es el panorama terrenal, y lo vemos asi por lo que sentimos, pero desde el primer momento de la oracion, en el cielo se comenzo a mover todo un sistema a nuestro favor, y todo nuestro ser, esta en ese momento pasando por un proceso de restauracion, se nos esta preprando para una etapa mucho mejor, para que seamos mas fieles a Dios, mas fervientes en el trabajo de la viña, mas comprensivos con el hermano que sufre, mas sensible con los debiles, mas temerosos por guardar los mandamientos de Dios. En el cielo no han parado el trabajo por nosotros, estan trabajando fuertemente en formarnos, para que alcancemos una buena estatura espiritual, un mejor testimonio y una iglesia mas fiel.

Esto se refleja en las mismas palabras del salmista, en los versiculos que se encuentran en el mismo capitulo:

"siete veces al dia te alabo a causa de tus justos juicios.

Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.

Tu salvacion he esperado, oh Jehova, y tus mandamientos he puesto por obra.

Mi alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera.

He guardado tus mandamientos y tus testimonios, porque todos mis caminos estan delante de ti"

(salmo 119:164-168)

Padre eterno, Dios de amor,

rey sublime, consolador,

elevo a ti mi canto

y mi clamor,

ven en mi auxilio

mi redentor.

En esta hora de mi dolor, de mi profunda afliccion, en el momento doloroso de la espera, en el tiempo de donde no quisiera salir de mi aposento, por la verguenza que me cae, de ser un deudor, un enfermo, un derrotado o un traicionado, me presento a pedir nuevamente tu ayuda, no puedo mas, siento que aun el mismo aire que respiro no me pertenece, y que no merezco las sonrisas de nadie.

Ven en mi ayuda Padre, no tardes, mira que ya el vaso de barro esta listo para adorarte.

En el nombre de Cristo Jesus,

Amen

y

amen.