Hola mis amados:
Hoy en día se habla mucho de los derechos, pero a veces no pensamos en las consecuencias de nuestros actos, por esa causa hay cosas que no debemos hacer, pensar o decir porque ofenderán a alguien, que seamos transparentes para que Dios se goce de lo que ve en nuestro interior, y seamos aceptados por nuestro comportamiento.
TIENES DERECHO PERO NO DEBES...
Tienes derecho a enfadarte, pero no debes pisotear la dignidad del otro. Tienes derecho a sentir celos del triunfo de los demás, pero no debes desearles mal.
Tienes derecho a caer, pero no debes quedarte tirado.
Tienes derecho a fracasar, pero no debes sentirte derrotado.
Tienes derecho a equivocarte, pero no debes sentir lástima de ti mismo.
Tienes derecho a regañar a tus hijos, pero no debes romper sus ilusiones.
Tienes derecho a tener un mal día, pero no debes permitir que se convierta en costumbre.
Tienes derecho a tomar una mala decisión, pero no debes quedarte estacionado en ese momento.
Tienes derecho a ser feliz, pero no debes olvidar ser agradecido.
Tienes derecho a pensar en el futuro, pero no debes olvidar el presente.
Tienes derecho a buscar tu superación, pero no debes olvidar tus valores.
Tienes derecho a triunfar, pero no debe ser a costa de otros.
Tienes derecho a inventar, pero no debes olvidar a Dios.
Tienes derecho a vivir en paz, pero no debes confundir ese derecho con ser mediocre o conformista.
Tienes derecho a vivir en la opulencia, pero no debes olvidar compartir con los menos afortunados.
Tienes derecho a desanimarte, pero no debes perder la esperanza.
Tienes derecho a la justicia, pero no debes confundirla con la venganza.
Tienes derecho a violentarte, pero no debes dejar de ser cortes.
Tienes derecho a un mañana mejor, pero no debes cimentarlo en un hoy fraudulento.
Tienes derecho a ser positivo, pero no debes ser arrogante
MILAGRO EN EL RIO KWAI
En Milagro en el río Kwai, Ernest Gordon relata cómo los captores japoneses obligaron a los soldados escoceses a trabajar en la construcción de unas vías férreas que atravesaban la selva. Las condiciones eran deplorables y los guardias, brutales.
Cierto día faltó una pala. El oficial a cargo se encolerizó y ordenó que la consiguieran, porque si no los mataría a todos. Y empuñó su arma. Se notaba que hablaba en serio.
Luego de unos momentos de tensión un hombre dio un paso al frente. El oficial dejó el arma, tomó una pala y lo golpeó hasta matarlo frente a los demás prisioneros. Solo les permitieron levantar el cadáver ensangrentado y llevarlo con ellos para hacer un nuevo recuento de herramientas. Cuando volvieron a contar las palas descubrieron que estaban todas. Jamás había faltado una pala, simplemente habían contado mal la primera vez.
El relato de lo ocurrido se diseminó con rapidez por todo el campo de prisioneros. Un hombre inocente había estado dispuesto a morir para que los demás se salvaran. El incidente produjo un gran efecto: la enorme lealtad unió a los prisioneros. Y en parte fue esa lealtad la que los fortaleció para poder sobrevivir hasta su posterior liberación.
El sacrificio personal es inspirador para los demás; es algo que da esperanzas y ánimo a las almas abatidas, produce crecimiento y madurez. Sin un dejo de sacrificio no existe el verdadero liderazgo.
Santiago 4:14 Pues ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece.
Que hermoso ejemplo nos relatan en este mensaje, este hombre ofreció su vida para salvar a sus compañeros, Jesús nuestro Salvador se ofreció a morir en nuestro lugar, llevo los pecados y todo lo que aflige al hombre, El por eso se encarno para entendernos y ayudarnos cuando sea necesario, a El toda la Gloria y seamos amigos del Cordero de Dios que es nuestro Compañero inseparable del camino.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA