Hola mis amados:
El Señor Jesus vino a libertar al hombre del pecado y de la maldad, pero este ha preferido seguir en su vida no importando el final que tendrá, por eso abandonemos todo esto que nos perjudica para que solo el amor de Jesus sea quien nos rodea y no los barrotes que nosotros mismos hemos levantado con nuestra forma de vivir vana y sin sentido.
LIBRES DE LA PRISION.
Hoy muchos caminan, respiran, corren, duermen, gritan, lloran, mueren y nacen; sin saber donde estan. Entretenidos por los afanes diarios olvidamos considerar en que lugar estamos. Tal vez, algunos se hayan preguntado ¿por qué ocurren las cosas?, Acaso Dios se olvido de mi? o Donde esta Dios cuando mas lo necesito? pero pocos se preguntan donde me encuentro?.
Muchos responderian a esta pregunta; en mi casa, en el trabajo, en la calle, en el parque o en el carro. Pero si te preguntaras Donde esta tu Corazon hoy? ¿Que respuesta darias?
Recuerdo haber despertado un dia despues de haber soñado lo siguiente: Estaba un lugar grande, muy grande y espacioso, habia una parte central que era disponible para todos hombres y mujeres, algo asi como el centro de un stadium. Alrededor de ese patio central habia Celdas, pero esas celdas no tenian puertas. El lugar tenia de un lado las celdas de las mujeres y del otro lado las de los hombres. Me impresiono verme caminando junto a mi esposo en el patio central tomados de la mano, pero aterrorizados porque al llegar el momento en que sonara un timbre cada uno debia volver a su celda.
Habian guardias que cuidaban para que no estuvieramos juntos, velaban para que cada uno estuviera en su celda. Las guardias mujeres vigilaban a las mujeres y los guardias hombres a los hombres. Cuando sono el timbre comenzamos a correr atemorizados hacia nuestra celda cada uno por su lado. Pero me parecia que era imposible llegar, y que las guardias me iban a atrapar y si me atrapaban me matarian. Corri con mucha fuerza hacia mi celda hasta que pude entrar. Y vi que habia otras mujeres como yo, sus esposos tambien habian sido encerrados en celdas. Y me impresione al ver que no hacian nada por salir de alli y le pregunte a una de ellas por que estas aquí?, por que no te vas? y me dijo: cualquiera de nosotros puede escapar pero es su decision permanecer aqui.
Fue entonces cuando comprendi que todos los que estabamos alli teniamos la posibilidad de salir, no habia puertas que nos detuvieran, el lugar no era tan protegido como parecia, solo lo rodeaba una cerca, ni aun los guardias eran tan fuertes como parecian; solo estabamos alli por nuestra decision.
La Biblia dice: “Y conocereis la Verdad y la Verdad os hara Libres” Necesitamos reconocer que vivir presos del odio, del rencor, del dolor, del temor, o de la tristeza; es solo nuestra decision. Basta con decidir salir de esa prision para encontrar la libertad que Jesus nos ofrece. Podemos permanecer encerrados en una carcel toda nuestra vida o vivir libres. El enemigo desea robarnos la bendicion de estar unidos como esposos, de tener intimidad espiritual y emocional, su plan es destruir todo acuerdo y dividirnos. Pero somos nosotros los que tenemos el Poder que viene de Dios, para soportar las aflicciones y actuar con sabiduria ante las dificultades. El dolor es una oportunidad para disfrutar de la Libertad que Jesucristo nos dio.
Te invito a salir de esa prision en la que te encuentras, invita a Jesus a tu Vida, pidele que te liberte hoy y camina creyendo, confiado en que El guardara tu Alma y te rodeara con Canticos de Liberacion. El te guiara a toda Verdad y te ensenara el camino que debes seguir.!
Escrito por: Vanessa de Barrera
ESCUCHAR
Escucharé lo que dirá Dios el Señor, porque hablará paz a su
pueblo, a sus santos; pero que no vuelvan ellos a la insensatez."
Salmo 85:8 (RV 60)
Un campesino con residencia en una chacra en el interior del campo fue a visitar a un amigo que vivía en la ciudad de Manhattan, en Nueva York. Caminaban por la quinta avenida (un paseo típico en la ciudad) cuando el campesino comenta: escuché un grillo.
Es imposible, le respondió su amigo de la ciudad. No puede haber
grillos en Manhattan. Y si los hubiera, ¿Cómo podrías escucharlo en medio de tanto ruido de autos y bocinas, gente gritando, trenes, música y ruidos diversos?
Hay un grillo, insistió el campesino. Espera y verás.
Avanzó una cuadra. Se detuvo. Escuchó nuevamente. Comenzó a buscar, y finalmente en una maceta grande encontró el grillo.
No puedo creerlo, le dijo su amigo sorprendido. ¿Cómo hiciste para escucharlo? es imposible.
Es que mi oído esta educado distinto que el tuyo. Todo depende de lo que estén habituados a escuchar. Te doy un ejemplo:
Metió la mano en el bolsillo, sacó unas monedas y las tiró en la
calle. Al escuchar el ruido todos los que pasaban giraron si mirada hacia donde estaba el campesino. Todo depende de a que uno este atento.
Hoy Dios no habla audiblemente, no podemos escuchar Su voz como lo hicieran Moisés o Elías. Pero Dios sigue hablando fuerte y claro. El problema es que hoy, no tenemos el oído educado para escucharlo. Nos habituamos a los ruidos de la vida que nos rodea, a los ruidos de nuestros caprichos, a los ruidos de nuestra rutina. Y no podemos escuchar a Dios.
Escuchamos solo las monedas que caen en la vereda de la vida, que distraen nuestra atención de lo verdaderamente importante. Pero no podemos escuchar el grillo de Dios. Estamos demasiado ocupados, demasiado trabajados, demasiado tristes, demasiado indiferentes. Y no podemos escuchar.
Hoy el salmista nos desafía a reeducar a nuestro oído, para poder
escuchar a Dios. Aun en medio de tu ciudad cosmopolita, o en la
soledad de tu cuarto, en el tren de regreso a casa o en la soledad
de una tarde sin compañía Dios quiere hablarte. Él tiene cosas
importantes para decirte. Pero no es fácil escucharlo. Hay que
educar el oído y estar atento.
Que mensaje tan diciente y certero, porque estamos acostumbrados a muchos ruidos externos de los cuales ni nos percatamos ya porque están grabados en el subconsciente, pero el Señor siempre ha querido establecer una linda comunicación con el hombre y este no se ha dejado, eduquemos pues nuestro oído para escuchar todo lo que tiene para decirnos.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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