Hola mis amados:
Muchas veces queremos saber algo que no conviene porque eso hará mas bien que nos alejemos de las personas, en cambio buscar en ellas lo que nos impacta, bendice y dejara huella en el interior, lo externo pasara y no es lo que debe atraernos, sino lo que abunda en su corazón y de lo que habla su boca.
NO ME INTERESA, QUIERO SABER
No me interesa lo que haces para ganarte la vida.
Quiero saber lo que ansías, y si te atreves a soñar en satisfacer el deseo de tu corazón.
No me interesa tu edad.
Quiero saber si te arriesgarías a parecer como un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.
No me interesa cuáles planetas están en armonía con tu luna.
Quiero saber si has tocado el centro de tu pesadumbre, si las traiciones de la vida te han abierto, o si te has marchitado y cerrado por el miedo al dolor futuro.
Quiero saber si puedes sentarte con el dolor, sin intentar esconderlo, desvanecerlo o arreglarlo.
No me interesa si la historia que me cuentas es verdadera.
Quiero saber si decepcionas a otros para serte fiel a ti mismo, si puedes soportar la acusación sin traicionar a tu propia alma.
Quiero saber si puedes ser fiel, y por lo tanto ser confiable.
Quiero saber si puedes ver la belleza, aun cuando no sea bella todos los días, y si puedes originar tu vida desde su presencia.
Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, y no obstante pararte a la orilla del lago y gritarle a la luna "¡Sí!"
No me interesa saber en dónde vives o cuánto dinero tienes.
Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de pesar y desesperación, cansado y golpeado hasta los huesos, y sin embargo hacer que un niño te sonría.
No me interesa quién eres o cómo llegaste aquí.
Quiero saber si te pararás en el centro del fuego con quien ames, sin rehuir.
No me interesa en dónde o qué o con quién has estudiado.
Quiero saber qué es lo que te sustenta desde adentro cuando todo lo demás desaparece.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo, y si verdaderamente te agrada la compañía que buscas en los momentos vacíos.
~Merit N. ~
LOS LIBROS
Por Sergio Pérez Castañeda
Las personas algunas veces son como los libros.
Están llenas de datos inútiles que en la vida diaria no son aplicables.
Hay quienes son como los libros especializados en alguna materia en particular.
Son fríos, técnicos y sabihondos; pero en cuanto los sacas de su área, no saben nada.
Así son quienes siempre hablan de trabajo u oficio, las 24 horas del día, en su azarosa vida, no existe otro tema más importante.
Hay, los que parecen tratados de filosofía, todos sus esquemas son en el campo de las ideas.
Existe un frió desprecio hacia otras corrientes o maneras de pensar, reflejando esa conducta con las demás personas.
También existen, como los libros religiosos, que son más importantes las formas que su contenido moral.
Se aprenden de memoria las ceremonias y liturgias, sin comprender el motivo de estas y su función final.
Otros son como los libros de poesía, subliman el amor a tal grado, que se enamoran del amor.
Y en la vida batallan para acomodar sus ideales amorosos con el incesante afán de construir una relación a partir de lo poco o mucho que saben compartir.
Hay quienes son como esos libros caros y ostentosos, que se compran por metros para adornar oficinas y despachos, a los que nadie hojea ni lee.
Sin embargo, hay otros rústicos y sencillos, que seguirán iluminando a quienes los posean, son libros de todos y de nadie, esos que se consideran universales, es decir, siempre compartirán parte de la vida de los demás.
Y por último existen los libros de tapas, esos que en su interior las hojas están en blanco, pues dejan su vida en manos de otros, jamás fueron capaces de emitir un pensamiento propio.
Se gastaron su vida, viendo la de los demás, nunca vieron en su provecho, fueron banales e insulsos.
Lo lastimoso de esta actitud, es que llegaran al fin, como esas lacónicas lapidas que solo dicen.....Nació el.......y murió el......
Hagamos de nuestra vida un libro que nos guste, que hable de poesía, de tecnología, de Dios, de principios morales, de la ciencia, de la vida cotidiana, de amores y desamores, de logros y fracasos.
En fin, de nuestra existencia, vivida a lo máximo, en provecho y experiencia, para nuestro progreso y provecho de los demás, seamos como esos libros que atesoramos por siempre en nuestra memoria, y que por el simple hecho de rememorarlos nos trae felicidad.
Para que al libro de nuestra vida, seamos nosotros los que pongamos en sus últimas letras, la palabra fin.
Pero eso sí, en el apartado donde se pone el nombre del autor, pongamos valiente y satisfactoriamente el nuestro.
! Ah! y que no se nos olvide, que no hay límite para palabras ni páginas, es más ni de volúmenes, así que de nuestra vida, bien podemos escribir toda una colección.
Que comparación más especial, es tan cierto muchas personas se asimilan a varios tipos de libros, pero que nosotros al escribirlo diariamente sea lleno de alegría, de gozo, de colorido, de verdad y que seamos esos libros abiertos donde todos puedan leer y disfrutar del contenido.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA