Hola mis amados:
El querer es momentáneo, el amar es profundo, es darse, es sacrificio, entrega y sin esperar nada a cambio, solo lo podemos tener si Jesús esta en nuestros corazones, que cada día al buscarle de corazón nos encontremos con El para que imitándole en nuestros hechos muchos sean impactados por lo que le falta a muchos en este mundo, el verdadero amor cuyo origen es Dios porque El es amor.
AMAR Y QUERER
Querer y amar son cosas tan distintas, y aún sin embargo son tan confusas de distinguir una de la otra.
Creo que la vida no sería vida si supiéramos distinguirla, cuántas veces hemos luchado tanto por una persona pensando que estamos enamorados de ella, para al final cuando la tenemos en nuestras manos nos damos cuenta de que solo es un cariño enorme o un atractivo grandísimo.
Esa persona con la que queremos compartir el resto de nuestra vida llega a tu vida una sola vez, y a veces aunque no lo quieres aceptar, te das cuenta que es imposible tratar de que pase por desapercibida de tu vida, ya que al verla tus ojos brillan más de lo normal, tu cara sonríe de tal manera que destellas un mundo lleno de amor; tu respiración suena tan lenta pero al mismo ..
Te das cuenta que estas frente al amor de tu vida y sin embargo lo dejas ir por prejuicios o tradiciones tontas que no van a estar contigo en los momentos difíciles, en esos instantes que quisieras tener a esa persona especial para que te apoyara, para que con tan sólo una sonrisa arreglara tu mundo.
No te confundas con querer y amar, porque esa persona a la que amas puede estar frente a ti, y puedes estar ciego, que la puedes estar dejando ir.
No creas en que el destino te llevará a ella, tú haces tu destino y tú estás con la persona que quieres estar, si sientes que amas a alguien díselo.
Esa persona que está contigo en las buenas y en las malas, que con tan solo una mirada puede saber si estás mal, que con tal solo una caricia hace que vuelvas a nacer, que sabes que te quiere tanto.
No pierdas a esa persona que solo llega una vez, que cuando te das cuenta que era el amor de tu vida, puede ser demasiado tarde y desde ese momento tu vida dará un giro tan grande que nunca te podrás reponer.
Si no estás enamorado trata de hacerlo de la persona correcta, imagina tus próximos 50 años a su lado y date cuenta de si es lo que en realidad quieres para ti, si es la persona correcta para formar una familia contigo, para levantarte de tus fracasos y para festejar contigo tus logros.
Toma la decisión hasta que estés completamente seguro, ya que puedes ganar tanto o en el lado triste perder a esa persona que aunque el tiempo pase no podrás olvidar.
OLOR FRAGANTE.
El otro día regresaba de la papelería y pasé frente a unas señoras que salían de un colegio particular. Seguramente venían de recibir calificaciones de sus hijos. Al pasar cerca de ellas, percibí el aroma de perfumes verdaderamente deliciosos. Como no soy una conocedora, me pregunté en mi interior: ¿qué marca de perfume traerán estas elegantes mujeres? ¡Son exquisitos y seguramente deben ser muy caros!
Caí en la cuenta de apenas conozco el nombre de un perfume famoso al que pueda identificar. Quizá he escuchado muchos de ellos pero sería incapaz de diferenciar entre uno y otro, porque, ¡no los conozco!
Al meditar en esto, de pronto recordé que la Biblia habla de que los hijos de Dios “olemos a Cristo”, por así decirlo. Y me sumí en la profundidad de esa verdad: ¿qué significará? ¿Podría alguien reconocer o identificar este aroma en mí? ¡¡Yo creo que sí lo he identificado en otras personas por la manera como se comportan!!
Estaba en mis cavilaciones, cuando el Señor llamó mi atención hacia un hombre. Era un hombre sumamente pobre que estaba buscando entre la basura. Obviamente estaba muy sucio por todas partes y de su cabeza, a la altura de la oreja derecha, sobresalía una gran bola… no soy doctora pero supongo que era un tumor.
De inmediato el Señor me movió a hablarle acerca del amor de Jesús por él. Platicamos un rato. El hombre me mostró su molestia porque las personas predicamos una cosa pero hacemos otra y estuvo de acuerdo en que todos estamos separados de la gloria de Dios pero que Él es el único que verdaderamente nos ama.
Al despedirme de él, le extendí la mano.
Él no quiso darme la suya porque “estaba muy mugrosa” y me ofreció el antebrazo. Entonces, sentí el impulso de darle un abrazo y le pedí su permiso para hacerlo. Él no quería, se miraba así mismo y hablaba de lo sucio que estaba y que cómo yo iba a abrazarlo, pero le dije que lo recibiera como de parte de Dios y por fin accedió.
Lo abracé y creo que ambos pudimos percibir un maravilloso perfume a nuestro alrededor cuando nos separamos y cada quien tomó su rumbo… era el aroma indescriptible del amor de Dios… un perfume que fue pagado al precio inaccesible para el ser humano: ¡la sangre de Cristo ¡
2 Corintios 2:14-15
Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden
Autora: Rosa Amelia Díaz de Beltrán
Que mensaje tan especial y que sirva para que cada uno de nosotros pueda oler a Cristo, a Su amor, Su gracia, Su paz, Su Misericordia, Su bondad y que al abrazar, aceptar y amar lo podamos esparcir, que no haya perjuicios que nos alejen de los necesitados de este dulce y tierno amor, que muchos lo conozcan por nuestro proceder.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA