Hola mis amados:
Que nos distingamos por ayudar, por levantar al caído cuando más lo necesite, que no seamos jueces o quienes acusan al que fallo, pues en ese momento es mejor palabras que animen, que inyecten esperanza para que cuando empiece de nuevo a correr, vaya seguro, confiado y cruce la meta, nadie puede decir que no ha fallado, asi que ayudemos a quien este en esa situación.
LEVANTALO!
Cuando Colin Powell era un joven oficial de infantería, sirvió en Frankfurt, Alemania. Un día su pelotón fue asignado para custodiar un cañón atómico de 280 milímetros. Powell alertó a sus hombres, cargó su pistola calibre 45 y saltó dentro de su jeep. Después de un pequeño recorrido, se percató que ya no tenía su pistola 45. Sabiendo muy bien que la pérdida de un arma era considerada un asunto serio, llamó de mala gana por radio a su capitán Tom Miller.
Cuando Powell regresó, el capitán Miller le dijo: "Tengo algo para usted", y le entregó a Powell su pistola. Le dijo: "Algunos niños del barrio la encontraron donde se le cayó de su cartuchera". Powell sintió un escalofrío. ¿La habían encontrado niños? "Sí"; continuó Miller, por suerte solamente dieron una vuelta antes de oír nosotros el tiro y quitarles la pistola. Miller concluyó: "Por el amor de Dios, hijo, no permitas que esto ocurra otra vez".
Powell revisó más tarde su pistola y comprobó que no había sido disparada. La había perdido dentro de su tienda de campaña. Miller había urdido esa historia para darle un susto.
Powell concluyó su relato: "Su ejemplo de liderazgo inteligente no se perdió en mí. Nadie llegó jamás a la cima sin resbalar. Cuando alguien tropieza, no creo que hay que pisarlo fuerte. Mi filosofía es: Levántalo, sacúdele el polvo y ponlo nuevamente en carrera".
El hombre que no se equivoca, generalmente no hace nada.
Salmo 37:24 Cuando caiga, no quedará derribado, porque el Señor sostiene su mano.
LIMITANDO A LOS LADRONES DEL TIEMPO
POR DaRonn Washington
No hay nada en mi casa que no haya requerido de una inversión.
Cada cosa que veo que realmente me gusta esta ahí porque decidimos como familia invertir en ello.
Todavía recuerdo cuando iniciamos el trabajo en la iglesia de madero y una de nuestras primeras decisiones fue invertir el área donde se invertía el presupuesto.
Pasamos de invertir el 80 % en edificio y administración y un 20% para ministerio a invertir 80 % en ministerio a las personas y un 20 % para el resto de las cosas.
Uno de los principios que se cumplen a la perfección es que generalmente tenemos aquello en lo que hemos invertido.
Usted invierte en edificio, tiene edificio.
Usted invierte en materiales, tiene materiales.
Usted invierte en sociales, tiene sociales.
Usted invierte en eventos, tiene eventos.
Usted invierte en ministerio hacia las personas, tiene ministerio hacia las personas.
Yo creo que la inversión de Dios Padre de dar a Su hijo tenía como fin bendecir personas y nuestro ministerio tendría que tener ese objetivo también.
Dios invirtió a Su hijo en nosotros y hoy somos salvos.
Mientras en nuestra casa, familia, edificio, etc, vivimos invirtiendo constantemente y obtenemos en proporción a lo que invertimos.
Cuando pensamos en la iglesia y el ministerio a las personas muchas personas piensan que como es trabajo espiritual este principio no cuenta y esperan resultados mágicos sin invertir.
Este razonamiento va en contra de los principios de Dios mismo quien invirtió para que nosotros podamos disfrutar bendición.
La idea de invertir tiempo, esfuerzo y dinero es básica si queremos ver la obra de Dios realizada en medio nuestro.
Como ejemplo solo lea el libro de Nehemías con esta óptica y vera como el invirtió, tiempo, esfuerzo y dinero en la obra que tenía que realizar y la concreto.
Si queremos un resultado similar en el área del ministerio de nuestra iglesia hacia las personas deberemos invertir en todo aquello que signifique mejorar el trabajo que hacemos hacia las personas.
Al hacerlo veremos que la inversión (como en todos los casos) produce un resultado acorde a la inversión que nos permite avanzar en los objetivos que deseamos alcanzar.
En este momento estoy decidiendo invertir en dos o tres planes sabiendo que si bien Dios quiere bendecirlos la idea de pretender alcanzarlos sin que haya que invertir no solo es ilógica sino que alimenta un pensamiento en el cual se cree que las cosas sucederán solas, sin esfuerzo, sin trabajo, sin planificación y sin pagar un precio.
Si las cosas se pudieran lograr sin pagar un precio Dios no hubiera hecho pasar a Jesús por la cruz.
Si entendemos este principio estaremos abriendo la puerta a la realización de cosas que nunca vimos.
Personalmente vi una iglesia duplicarse tres veces por aplicar este principio y actualmente ya lo estoy aplicando en la ciudad de tigre con nuevos hermosos resultados.
Como lo dice un amigo "invierta en maní, y tendrá monos", invierta en cosas que valen la pena y tendrá como resultado cosas que valen la pena.
Lo desafío a probar lo que sucede en su iglesia cuando se anima a invertir. Descubra la diferencia.
La mejor inversión sin lugar a dudas es la que hacemos para el Reino de los cielos, porque los resultados serán mejores y tenemos al mejor Gerente que es el Señor, Él nos ha colocado para ser Sus instrumentos y desea que los talentos que nos dio den rendimiento, no los escondamos sino que al ponerlos a producir Le honraran porque trabajamos incondicionalmente con fe, seguridad y confiando plenamente en Su guianza y dirección.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11