Hola mis amados:
Hermosa reflexión que nos anima a que como líderes no nos enfrasquemos en los asuntos de oficina o trabajo en casa, que pensemos en el campos que tienen lista una cosecha para ser recogida, hay que ir a laborar de sol a sol para que no se pierdan y traerlos al redil del Buen Pastor, que esto sea lo que nos impulse a agradar al Señor de la mies porque pronto regresa y que nos encuentre haciendo Su perfecta voluntad.
"EL SECRETO DEL ABUELO"
El nieto estaba asombrado de su abuelo. El abuelo tenía una granja hermosa, con animales, campos sembrados y muchos árboles repletos de frutos.
Las grandes cosechas del abuelo eran la envidia del lugar. Por supuesto el había ganado un lugar de relevancia en esa ciudad. Su nieto estaba orgulloso de él.
Un día él quiso conocer como el abuelo había logrado todo eso. El quería aprender a hacerlo el mismo y ser como el abuelo.
Un día el abuelo lo invito a su granja y él se propuso descubrir el secreto de como el abuelo había alcanzado esas cosechas año tras año.
Lo primero que hizo al llegar a la granja fue preguntarle al abuelo "Abuelo ¿Cuál es el secreto para alcanzar estas cosechas año tras año?"
El abuelo contesto "Descubre tú mismo el secreto"
El nieto asombrado pregunto "¿Cómo puedo hacer eso?"
"Muy simple" contesto el abuelo, "mañana te levantas bien temprano, vas al campo a trabajar y no vuelvas hasta que veas que el sol comienza a bajar en el horizonte"
"¿Solo eso y descubriré el secreto?" preguntó el nieto
"Solo eso y descubrirás el secreto" contesto el abuelo.
Al día siguiente el nieto se levantó muy temprano y salió hacia el campo a trabajar.
No estaba acostumbrado al trabajo de campo y a las pocas horas se cansó, pensó en volver pero recordó la premisa "no vuelvas hasta que veas que el sol comienza a bajar en el horizonte".
Cuando fue la media mañana al cansancio se sumó el sol que empezó a calentar su cuerpo, mientras traspiraba pensó en volver pero una vez más recordó las palabras del abuelo "no vuelvas" y siguió trabajando duro.
Al medio día el agotamiento llego a su punto más fuerte y se sentía desmayar, el agua se le empezó a acabar y el creyó que era una buena razón para volver, pero las palabras del abuelo aparecieron de nuevo en su mente, "no vuelvas".
La tarde le hizo pensar que ya quedaba menos y que había cumplido gran parte de la consiga y por un momento paso por su mente que ya había hecho lo necesario para descubrir el secreto y quiso volver, pero se detuvo y siguió hasta ver el sol que comenzaba a descender en el horizonte.
Entonces corrió hacia la granja a ver a su abuelo y pregunto nuevamente "¿Cuál es el secreto?”
El secreto está a tu alcance y es simple.
"El trabajo está en el campo, cada día debes salir y no volver hasta realizarlo, si lo haces continuamente, al final del año solo te esperara una gran cosecha" y por si esto fuera poco el agrego "Tu puedes hacer eso y Dios te ayudara".
Mientras leía esta historia pensaba en el ministerio.
Muchas veces pasamos mucho tiempo en la granja, en la oficina, en el edificio y no salimos a trabajar al campo.
El campo no es sitio geográfico, el campo en el ministerio son las personas.
Cuantas veces se me pasan días y hice muchas cosas pero no salí al campo.
Debo mejorar en esto. Cuanta más cosecha queramos, mas trabajo de campo habrá que hacer.
Estoy intentando hacer de cada día un día de salir "al campo", ese es mi desafío hoy.
Atender rápido los papeles, la administración, los detalles, las comunicaciones y poder salir cada día al campo.
Mientras el evangelismo y el discipulado personal parecen desaparecer en medio de las modas actuales, el secreto del abuelo aparece como un regreso a aquello que Jesús hizo.
Poca oficina, pocos papeles, poca burocracia administrativa ministerial y mucho tiempo en el campo, con Nicodemo, con la samaritana, con el paralitico de Betesda y cuando veas el sol que comienza a bajar, vuelves a tu casa porque cumpliste tu trabajo. Satisfecho, cansado... pero feliz.
Me confirma que cuanto antes nosotros los pastores y líderes hagamos como Jesús y pasemos nuestro día "en el campo" y no en nuestro mundo ministerial tal vez podamos ver una hermosa cosecha.
Tal vez nuestros miembros están esperando eso, una muestra nuestra de donde está el verdadero trabajo.
Qué bueno sería que si el que viene por nosotros nos encuentre con la mano en el arado, será una señal de que estamos en el campo, el lugar donde siempre debemos estar.
Por lo menos, así pensaba el abuelo.
Y mal no le fue.
Dios bendiga su vida, familia y ministerio.
Tito Robert
SERVISTE HOY???
Toda la naturaleza es un anhelo de servir.
Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
Donde haya un árbol que plantar, plántalo; donde haya un error que enmendar, enmiéndalo; donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo.
Sé el que aparta la piedra del camino, el odio de los corazones y las dificultades del problema.
Hay la alegría de ser sano y la de ser justo; pero hay la hermosa, la inmensa alegría de servir.
Qué triste sería el mundo si todo en él estuviera hecho, si no hubiera en él un rosal que plantar, una empresa que emprender.
No caigas en el error de creer que sólo se hace mérito con los grandes trabajos; hay pequeños servicios: regar un jardín, ordenar unos libros, peinar a una niña.
El servir no es sólo tarea de seres inferiores. Dios, que da el fruto y la luz, sirve; pudiera llamársele así: El que sirve. Y tiene sus ojos en nuestras manos y nos pregunta cada día:
¿Serviste hoy?
¿A quién?
¿A qué árbol?
¿A tu amigo?
¿A tu madre?
Gabriela Mistral
El servicio es lo mejor que puede hacer el hombre, hoy en día se habla de autosuficiencia y eso hace que se piense menos en los demás, en el entorno de cada persona hay mucho por hacer, en bienestar de la comunidad, de la creación y el Señor Jesús nos dio este ejemplo para que el imitáramos, siendo Dios se despojó de Sí mismo para hacerse Siervo de nosotros, sigamos Sus huellas para hacer de este mundo algo mejor.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA.
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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