Hola mis amados:
Que tengamos sabiduría para poder manejar el dinero para que este no se convierta en nuestro amo, la clave es dar de lo que por gracia recibimos, porque todo lo que tenemos ha sido provisto por nuestro Padre Celestial, debemos reconocerlo y por ende compartirlo con el necesitado, mejor con quien no nos pude devolver el favor, asi seremos doblemente bendecidos y El recibe la Gloria y la Honra por enseñarnos esto en Su Palabra bendita.
ÉXITO Y DINERO
Por: Charles Stanley
Leer | Lucas 12.13-21
La creencia de que éxito y riqueza son la misma cosa, es un error. El éxito verdadero significa llegar a ser lo que Dios quiere que uno sea, y hacer aquello que Dios ha dispuesto que uno logre. Jesús dijo que el hombre de Lucas 12 fue un necio, porque malgasto su vida buscando ser rico, pero no fue rico para con Dios.
La actitud idolátrica por el dinero se revela por el deseo insaciable de tener más. El materialismo afecta a ricos y pobres por igual. Por eso, siempre que las preocupaciones financieras tienen la prioridad en nuestros pensamientos, y comienzan a dictar nuestros objetivos y deseos, podemos saber que hemos sucumbido a la necedad de la codicia. Angustiarse por el dinero es, en realidad, una señal de alerta de que hemos establecido mal nuestras prioridades, y demuestra falta de confianza en Dios.
El dinero es parte vital de nuestras vidas, pero nunca debe ocupar un lugar más alto de lo que el Señor espera. Todo le pertenece a Dios. Nosotros no somos sino mayordomos de lo que Él nos confía, y un día le daremos cuenta de cómo utilizamos lo que Él nos dio para administrar. Nuestra meta no debe ser volvernos ricos, sino fieles.
El Señor ha determinado, en su gran sabiduría, un remedio para nuestra tendencia a sobrevalorar el dinero. Darlo destruye la avaricia, nos enseña a confiar en Dios y a obedecerlo, y es el medio a través del cual podemos atesorar tesoros en el cielo.
Si usted ansia más el tener riquezas mundanas, que la riqueza de conocer a Dios, entonces está subiendo por la escalera equivocada del éxito. La bendición eterna genuina se mide por la relación con Jesús, no por la acumulación de dinero. Haga de Cristo su prioridad absoluta y su gran motivo de gozo, para que experimente así la verdadera prosperidad.
AMOR ES… ESCUCHAR
Stephen Sorenson escribió una vez en el "Disciples hip Journal" acerca de un período de dos años en el cual lo había aquejado en ambas muñecas una tendinitis tan severa que no podía ni siquiera levantar a su pequeña hija ni abrir un frasco. Al mismo tiempo, estaba intentando hacer remodelaciones en su casa.
Guillermo, un músico militar retirado, vino en su ayuda. Sorenson escribió: "Guillermo venía a casa, día tras día. Desenterró nuestro tanque séptico, cortó árboles enfermos y simplemente pasó un tiempo con nosotros. Presentía que él comprendía mi dolor y nuestras necesidades. Una tarde, mientras él y yo paseábamos y conversábamos por el bosque, descubrí por qué".
"Guillermo había vivido la mayor parte de su vida para la música, pero se le desarrolló un devastador problema de oído, impidiéndole escuchar música de cualquier tipo. Como resultado, más que sentir rechazo por mi problema, Guillermo se sintió identificado conmigo por nuestra causa en común. Y antes que se separaran nuestros caminos, Guillermo se convirtió en cristiano.
Cuando miro hacia atrás, no sé si me hubiese tomado el tiempo para hablar con Guillermo si mis muñecas hubiesen estado bien. Es muy probable que hubiese estado clavando o manejando una sierra a cadena, por lo tanto, lo único que pude hacer fue escuchar y hablar. Pero en los planes de Dios, esto fue suficiente."
El primer deber del amor es escuchar.
Santiago 1:19 Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír.
Hay personas que no saben escuchar, esto se da porque prefieren hablar y que ellos si se les preste la atención requerida, pero cuando nos identificamos con alguien que está en una situación difícil y que nosotros podemos ayudarle, es algo maravilloso, porque ahí estamos prestos a colaborar y a oír lo que esta persona tiene para compartirnos, que dejemos estas huellas en quienes nos rodean para que seamos hijos de Dios.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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