Hola mis amados:
El hogar es el centro de enseñanza de nuestros hijos, porque en sus primeros años es cuando se forjara su personalidad y carácter, por ende debemos esforzarnos y empeñarnos en darles lo mejor, acá hay unos ejemplos especiales que a ellos les ayudara mucho en su existencia, los hará mejores personas y podrán ir por la vida aplicando lo que recibieron.
ENSEÑANZAS A LOS HIJOS
Que aprendan que...
...lo más valioso no es lo que tienen en sus vidas, sino a quien tienen en sus vidas.
...no es bueno compararse con los demás,
Porque siempre habrá alguien mejor o peor que ellos.
...no pueden hacer que alguien los ame, lo que pueden hacer es dejarse amar.
..."rico" no es el que más tiene, sino el que menos necesita.
...deben controlar sus actitudes o sus actitudes los controlarán.
...hay gente que los quiere mucho, pero que simplemente no saben cómo demostrarlo.
...los grandes sueños no requieren de grandes alas,
Sino de un tren de aterrizaje para lograrlos.
...no siempre es suficiente ser perdonados por otros,
Algunas veces deben perdonarse a sí mismos.
...la felicidad no es cuestión de suerte, sino producto de decisiones.
...dos personas pueden mirar una misma cosa y ver algo totalmente diferente.
...al retener a la fuerza a las personas que aman, las alejan más rápidamente de ellos y, al dejarlas ir, las tienen para siempre a su lado.
...amar y querer no son sinónimos sino antónimos:
El quererlo exige todo, el amar lo entrega todo.
...toma años construir la confianza y sólo segundos destruirla.
DEFECTUOSO
Lectura: Génesis 27:6-23
… Mi poder se perfecciona en la debilidad… —2 Corintios 12:9
Un actor famoso comentó que le gustaba representar en las películas personajes «con defectos» porque la gente podía relacionarse mejor con los individuos imperfectos. Casi todos coincidiríamos en que es más fácil entender a la gente que no es perfecta porque sabemos que nosotros también somos así.
Dios incluyó en la Biblia historias de personas mentirosas, débiles, desleales y coléricas. Por ejemplo, tomemos a Jacob, que engañó a su padre para recibir una bendición (Génesis 27:1-29). Después, tenemos a Gedeón, que desconfiaba tanto del Señor que le pidió que le demostrara dos veces que cumpliría fielmente lo que le había dicho que haría (Jueces 6:39). Y, más tarde, allí está Pedro, que por miedo a que lo mataran, negó incluso conocer a su amigo y Señor (Marcos 14:66-72).
No obstante, cuando leemos el resto de los relatos, observamos que estas personas, con la ayuda de Dios, pudieron superar sus defectos y serle finalmente útiles. Esto ocurrió cuando dependieron del Señor y no de sí mismos.
Tal como aquellas personas que vivieron hace miles de años, cada uno de nosotros nace con defectos, pero, por la gracia de Dios, podemos superar esas imperfecciones al aferrarnos a Su «poder [que] se perfecciona en la debilidad» (2 Corintios 12:9).
Es bueno aprender de nuestras debilidades si ellas nos hacen depender de la fortaleza de Dios.
Que bendición de mensaje, porque no somos perfectos, cometemos infinidad de errores y es la razón para que podamos entender a los demás, ayudarles en lo que esté a nuestro alcance y lo más importante es que el Señor esta para ayudarnos, para pulirnos y hacer de nosotros Sus hijos amados que estamos en un proceso de santidad para asemejarnos más a Él.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA