Hola mis amados:
En la vida perdemos muchas cosas, pero esto nos ha ayudado a seguir adelante, sin perdida no hay futuro, no hay aprendizaje y esto hace que maduremos, crezcamos y valoremos más la vida para que la vivamos intensamente, siendo ejemplo para otros, disfrutando de cada día que nos regala el Señor, por eso demos gracias por todo lo que nos acontece, tiene un propósito en el Señor y es para nuestro bienestar, no lo dudemos jamás.
VOLVER A VIVIR.
Perdí un juguete que me acompañó en mi infancia, pero gané el recuerdo del amor de quien me hizo ese regalo.
Perdí mis privilegios y fantasías de niño, pero... Pero gané la oportunidad de crecer y vivir libremente.
Perdí a mucha gente que quise y que amo todavía... Pero gané el cariño y el ejemplo de sus vidas.
Perdí momentos únicos en la vida porque lloraba en vez de sonreír... Pero descubrí que es sembrando amor, como se cosecha amor.
Yo perdí muchas veces y muchas cosas en mi vida... Pero junto a ese "perder" hoy intento el valor de "ganar"... Porque siempre es posible luchar por lo que amamos, y porque siempre hay tiempo para empezar de nuevo.
No importa en qué momento te cansaste. Lo que importa es que siempre es importante y necesario recomenzar... Recomenzar es darse una nueva oportunidad, es renovar las esperanzas en la vida y lo más importante.. . Creer en ti mismo.
¿Sufriste mucho en este período?... Fue aprendizaje.
¿Lloraste mucho?... Fue limpieza del alma.
¿Sentiste rencor?... Fue para aprender a perdonar.
¿Estuviste solitario en algún momento?... Fue porque cerraste la puerta.
¿Te sientes solo?... Mira alrededor y encontraras mucha gente esperando tu sonrisa para acercarse más a ti.
Hoy es un excelente día para comenzar un nuevo proyecto de vida. Mira alto, sueña alto, anhela lo mejor de lo mejor, anhela todo lo bueno, que la vida nos trae lo que anhelamos.
Si pensamos pequeño, lo pequeño nos vendrá. Si pensamos firmemente en lo mejor, en positivo y luchamos para alcanzarlo, va a venir a nuestra vida.
Arroja lo malo a la basura, limpia tu corazón y haz que estés listo para una nueva vida, para un nuevo amor, porque además somos la manifestación del amor.
Confía en la vida... Confía en Ti...
Sobretodo dile a Dios: Jesús, en Ti Confío.
«AHORA YO VOY A DESAFIAR A LA VIDA»
por el Hermano
«La vida me ha traído un desafío. Ahora yo voy a desafiar a la vida.» Así habló Ed Kanan, hombre de cuarenta y seis años de edad. Dicho esto, comenzó a esquiar: primero en el agua, lo cual es bastante difícil, después en la nieve, que es más difícil aún. Le puso tanto empeño al deporte que ganó campeonatos nacionales e internacionales.
Lo notable de estas hazañas es que Ed Kanan quedó ciego a los cuarenta y cinco años de edad, justo un año antes de aprender a esquiar. Armado de persistencia y optimismo, Kanan, a pesar del desafío de su ceguera, no permitió que su condición le robara la confianza. Al contrario, afrontó cada desafío con la seguridad de vencer.
La enfermedad que lo había dejado ciego, la diabetes, a su tiempo cobró su víctima, y a los cincuenta y nueve años de edad Ed Kanan murió. Pero dejó un legado: un legado del cual todos nosotros podemos aprovecharnos. Es este: «La vida me ha traído un desafío. Ahora yo voy a desafiar a la vida.»
Lo cierto es que la vida es un desafío continuo para todo ser humano. A veces nos acobardamos ante el desafío, y huimos. Otras veces, llenos de fe y armados de confianza, con una oración en los labios, retamos a la vida y vencemos.
Es rara la vez en que la vida presenta bendiciones, dichas o satisfacciones en una bandeja de plata. Con la vida hay que pelear. Uno puede obtener la victoria y llegar a disfrutar del triunfo y tener al fin la satisfacción de decir: «He peleado y he vencido», pero es, como quiera, una batalla.
Hay dos enemigos que son los que más nos acosan. Uno es el miedo; el otro es el desánimo. El miedo es siempre a lo desconocido. No tememos lo que conocemos; tememos lo que desconocemos. Eso debe decirnos mucho. Si lo que tememos nos es desconocido, ¿cómo sabemos que nos puede perjudicar?
El desánimo, por su parte, es una reacción. Tiene como base nuestras emociones. Depende de la manera en que reaccionamos a las circunstancias de la vida. Si no reaccionamos negativamente, no sufrimos desánimo.
Es innegable que la vida no es justa. No siempre podremos controlar nuestras emociones. ¿Qué hacer entonces? Cobijarnos en la gracia de Dios. Si Cristo es nuestro amigo, si estamos acostumbrados a hablar con Él, podemos estar seguros de que Él nos tiene en Sus planes. Y si estamos en Sus planes, nada puede ocurrirnos que Él no apruebe. Todos podemos tener esa certeza.
Rindámonos, pues, al Señor Jesucristo y así podremos, con fe y con plena seguridad, desafiar a la vida. Él será nuestra victoria. Él nos acompañará hasta la recta final.
Qué ejemplo el que nos cuentan acá, pero que esto nos sirva para seguir adelante porque tenemos el mejor Amigo que es Jesús que nos ayuda en todo, la fe hace que veamos las cosas que no son como si fuesen, porque es por fe que andamos y no por lo que ven nuestros ojos, así este hombre supero toda barrera y siguió su vida mejor que antes, porque acepto desafíos y retos que no imagino, eso también hace la fe puesta en Su Autor que es Cristo el Señor.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
by Andrea
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