Hola mis amados:
Una buena compañía es lo mejor que podemos tener, y la que todo hombre de este planeta debe poseer es la de Jesucristo, es el mejor Amigo, el Pastor que nos cuida con cariño y paciencia, es el Señor de nuestras vidas y por eso disfrutar de esa Presencia tan grata es lo máximo para nosotros, que aprendamos que fuera de Él nadie puede brindarnos tanto y tan especiales regalos, que nuestro anhelo sea siempre el buscarle para caminar a Su lado y así obtener las delicias que tiene a Su diestra para cada uno.
TIEMPO DE CALIDAD.
Ocupado, tan ocupado! Ya ha pasado mucho tiempo desde la puesta del sol y aún hay tanto por hacer. Trabajo, familia, iglesia y muchas cosas más, parecen demandar horas, que Dios nunca colocó en el día. Aun así, nosotros los cristianos pensamos que de alguna forma, todos estos logros serán del agrado de nuestro Padre celestial. Después de todo, la fe sin obras es muerta. ¿Cierto?
Al caer por fin sobre nuestras camas en la noche, ¿podemos decir que en realidad hemos pasado algún tiempo con el Padre, que con tantos esfuerzos intentamos complacer?
En su libro Unto the Hill (Hacia los montes), Billy Graham, relata la historia de una pequeña niña y su padre, quienes eran grandes amigos y disfrutaban el tiempo que pasaban juntos. Salían a caminar y compartían la pasión de observar pajaritos, mientras se deleitaban en el cambio de las estaciones y en la experiencia de conocer nuevas personas que se cruzaban en el camino.
Un día, el padre notó un cambio en su hija. Si él salía a caminar, ella se excusaba para no ir. Reconociendo que la chica estaba creciendo, él supuso que era de esperarse que ella perdiera interés en su padre al ir conociendo nuevos amigos. No obstante, su audiencia lo afligió en gran medida.
Debido a la ausencia de su hija, él no se encontraba de muy buen ánimo durante su cumpleaños. Ella le obsequió un par de sandalias elaboradas con exquisitez por ella misma, mientras él daba sus caminatas fuera de la casa.
Por fin, él pudo entender y dijo: Querida mía, me gustan muchas las sandalias, pero en la próxima ocasión cómpralas, y permíteme compartir contigo todos los días. Prefiero tener a mi hija, que cualquier cosa que ella haga para mí.
¿Será posible que nuestro Padre celestial a veces se sienta solo por la falta de compañía de sus hijos? ¿Estamos tan ocupados haciendo lo bueno, que olvidamos, o estamos demasiados agotados, para dedicar tiempo a solas con Él, en el transcurso de nuestro día?
Al ponerse el sol, sal a caminar con tu Padre celestial. Dedica un tiempo de calidad a hablar con Él sobre cualquier cosa. No excluyas ningún aspecto en esa comunicación. ¡Experimentarás dicha, y Él también!
LA VIDA ES LO QUE HAGAS DE ELLA…
Una pintura en un antiguo templo muestra a un rey forjando una cadena de su corona y cerca, otra escena muestra a un esclavo convirtiendo su cadena en corona. Debajo de la pintura se encuentra esta inscripción: “La vida es lo que hagas de ella, no importa de lo que esté hecha”.
Puede que hayas nacido con ciertos “ingredientes”, igual que un panadero puede encontrar elementos como harina, azúcar y aceite en su cocina, pero lo que tu creas con los talentos y las habilidades que Dios te ha concebido, depende de ti!
Vive tu vida de tal forma que pueda ser medida de acuerdo con estas palabras de un poeta anónimo:
No, "Cómo murió el?” sino “Como vivió?
No, “Qué gano?” sino “Que ofreció?”
Estas son las unidades con la que se mide el valor de un hombre como hombre, sin importar su nacimiento.
No, “Cual fue su puesto?” sino, “Tenia corazón?”
Y, “Que hizo con lo que Dios le dio?”
“Tenía siempre a flor de labios una palabra de ánimo para hacer regresar una sonrisa, para desvanecer una lágrima?”
No, “Cuál era su santuario?” tampoco, “Cuál era su doctrina?”
Sino, “Se mostró amigo de aquellos en verdad necesitados?”
No, “Que decía la nota en el periódico?”
Sino, “Cuantos se apenaron cuando el murió?
“Cuando tu naciste, llorabas y el mundo se regocijaba.
Vive tu vida de tal forma que cuando mueras el mundo llore y tú te regocijes”.
Proverbios 10:7 La memoria del justo es bendita.
Que importante es dejar huellas en los que nos han conocido en el transcurso de nuestras vidas, porque los bienes terrenales no los podemos llevar donde vamos después de morir, pero en el recuerdo de quienes nos conocieron y departieron con nosotros momentos únicos es ahí donde vale la pena dejar un legado, que pensemos en esto cuando tengamos a alguien frente a nosotros, que palabras decimos y actos hacemos para marcarlos?, solo depende de cada uno de nosotros.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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