Hola mis amados:
Cuan cierto es lo que nos mencionan a continuación, desde las alturas todo se ve diferente, lo que abajo se podría ver como colosal, inmenso, grandísimo, desde arriba cambia de tamaño, por eso no nos dejemos apabullar por los problemas, los podemos ver gigantes, pero por la fe, la confianza en el Señor y la dependencia de Él, se ven así de pequeños, como un grano de arena, porque Él es el único que los soluciona y espera que en Su tiempo traerá la solución
ALTURAS
Era la primera vez que Claudio saldría de su país y no lo haría de cualquier manera: abordaría un avión que lo llevaría a destino luego de tres horas de viaje. Nunca antes había volado, por lo que tenía mucha curiosidad por saber qué sentiría durante la travesía.
-“En minutos más iniciaremos el despegue” – anunció el comandante por la megafonía interna del aeroplano – “Por favor, abróchense los cinturones de seguridad y sigan con atención las instrucciones de nuestra tripulación”. La adrenalina corría por las venas de Claudio durante el carreteo del avión a través de la pista, al tiempo que cerraba sus ojos en un esfuerzo por calmar sus nervios.
En cuestión de segundos la aeronave se elevó y empezó a surcar el cielo sobre la ciudad. ¡Claudio no pudo resistir! A pesar del “nudo” que sentía en su estómago, abrió sus ojos y miró a través de la ventana. ¡No lo podía creer!
Abajo estaba la ciudad, pero nada se veía igual. Desde las alturas todo parecía de juguete: los enormes edificios, el estadio nacional, la estación de trenes, los vehículos atascados en la zona céntrica, el río que cruza la ciudad… ¡un mundo diferente!
¡Qué experiencia interesante mirar las cosas desde otra perspectiva!
Ese problema que te parece gigante. Esos pensamientos de inferioridad que no te permiten conquistar tus sueños. Esas palabras que te han hecho sentir que no eres capaz. ¡Qué distinto se ve todo cuando le pides a Dios que te ayude y te permita ver tu realidad desde su perspectiva!
Un sabio de la Antigüedad escribió: “Porque el Señor me da fuerzas; da a mis piernas la ligereza del ciervo y me lleva a alturas donde estaré a salvo”.*
Conocer a Dios cada día al hablar con él en oración y escuchar Su voz al leer la Biblia, te ayudará a ver tu vida y tus problemas en la dimensión correcta.
CRISTIAN FRANCO
"REALIDADES DE LA IGLESIA QUE INFLUYEN EN LA MISION"
Como cristianos comprometidos con Dios y su reino hemos de reconocer que algunas realidades de la iglesia en la actualidad la estorban en el desarrollo de la misión para la que fue enviada al mundo.
1. Confusión acerca del significado de la misión
La misión es la misión de Dios. La Escritura es el relato de un Dios que está en misión. La misión tiene base en la Trinidad porque en Dios se origina, se sostiene y se consuma. En Dios Hijo se encarna, se proclama y se modela y En Dios Espíritu se dirige, se respalda y se realiza. El Padre envía al Hijo, Padre e Hijo envían al Espíritu, y de esa Trinidad en misión se envía la iglesia. La iglesia entonces nace de la misión de Dios, y por lo tanto es la iglesia en misión. Ya no se puede hablar de la misión de la iglesia, sino de la iglesia en misión. Por consiguiente la iglesia es misional por naturaleza y si deja de serlo, en el sentido bíblico deja llamarse iglesia. La iglesia ha dejado de ser el centro, en realidad nunca lo fue. Ahora bien, este Dios en misión ha elegido usar instrumentos para llevar adelante su propósito de bendecir a la humanidad, y a toda la creación. Y aquí se espera nuestra respuesta comprometida para unirnos en misión con Dios y llevar adelante su propósito.
2. Pastoral y comprensión de la misión cristiana
El movimiento misionero iberoamericano ha sido un movimiento de las bases. Aunque muchos pastores han comprendido la implicancia de la misión para sus propias vidas y ministerios, todavía son una “honrosa minoría”. Lamentablemente esta es una de las materias pendientes. Por otra parte también observamos que los llamados “líderes de primera línea”, de “alto perfil”, o de “notoria influencia”, representan el grupo menos alcanzado dentro de los pastores y uno de los más difíciles de involucrar.
3. Modelos de iglesia autosuficiente
Algunas modelos no solamente se han copiado del mundo sino que además son caros en su instrumentación: consumen los recursos humanos, espirituales y económicos, y siempre parecen demandar más. Nada queda para otra cosa, menos para misiones, Cuando ese tipo de iglesia se vincula con otras, suele hacerlo desde un lugar de superioridad y de manera pasajera. Cabe recordar que la gracia de Dios y la obra del Espíritu Santo no tienen privilegiados ni iluminados. Esta enfermedad, conocida antiguamente como “ecleciocentrismo”, drena la vitalidad que participar en misiones requiere.
4. Ausencia de una teología del sufrimiento y la persecución
En muchos países la hostilidad no es silenciosa sino abierta y manifiesta. Por un lado desconocemos la realidad de la iglesia que sufre por causa del evangelio. Por otra parte el surgimiento de “otros evangelios” como el de la prosperidad, y el del éxito arengan por una vida cristiana cómoda, de placer ilimitado y sin dificultades. En este contexto la enseñanza de la Palabra acerca de las pruebas, el sufrimiento y el costo no son tenidas en cuenta. Si esto es así no podemos sorprendernos por la fibra de nuestra práctica misionera.
5. Indisposición para participar económicamente
Tenemos que enfrentar una realidad. El problema de nuestras iglesias no es fundamentalmente económico. A pesar de la crisis, el problema está en otro lado. El problema no pasa por la falta de dinero, sino por la falta de visión, de compromiso, de generosidad, y de obediencia. ¿Dónde estamos invirtiendo los recursos de Dios? Participar en misiones requiere generosidad, desprendimiento. Claro que no solamente de medios económicos, sino también, y ante todo de personas. Pero esas personas deben ser capacitadas, equipadas, enviadas, apoyadas. Por ello la misión implica participación económica a largo plazo.
6. Búsqueda desordenada de liderazgo y apetencia de poder
Aunque Cristo dijo que él había venido a servir y a no ser servido, y que “ejemplo nos había dejado para que nosotros también hiciéramos”, y que “Con vosotros no será así”, no obstante tenemos que reconocer que uno de los principales obstáculos para la misión lo constituye el propio liderazgo. Los modelos culturales han desplazado al liderazgo al estilo de Jesús. La preocupación con el estatus, la obtención de los símbolos de poder, la lucha por la preeminencia, o la insistencia de que la renovación, la transformación, la misión, pase por mi persona, mi programa o mi organización, es una gran tentación en la que muchos han sucumbido y que quizás muestre por que causa el verdadero avivamiento no ha llegado todavía.
Daniel Bianchi
Que mensaje tan especial, si cada pastor aplica este conocimiento a la congregación que el Señor le ha dado cuidar, los resultados serán sorprendentes, porque somos llamados a llevar esta gran comisión de compartir las buenas nuevas del Evangelio y apoyando a quienes van a otros países, o tribus de su misma región, es asi como se ganan las almas que están perdidas en el pecado y la maldad, tengan claro lo que es la misión y el modelo que el Señor espera de la iglesia.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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