Es tan especial aprender más de la Palabra cada día, cuando hay personas que han invertido tiempo y dedicación a ello, por eso en este mensaje nos aclaran lo que significa en el original una palabra específica y porque razón está allí impresa, para el Señor no hay nada que se le escape y todo tiene su significado maravilloso, por eso damos gracias por tener el corazón dispuesto a que estas maravillosas enseñanzas nos sacien y nos hagan más sabios para trasmitir este Glorioso mensaje a muchos.
DONDE ESTAS?
Y habló Isaac a su padre Abraham, y le dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, hijo mío. Y dijo Isaac: Aquí están el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto? Génesis 22:7
Dónde – Hay tanto escondido de nosotros. Claro que no fue deliberado. Simplemente se esconde en la traducción. Pero una vez que lo ves, ¡Que extraordinario! La diferencia es enorme. Allí estuvo, todo el tiempo, descansando serenamente en el texto, expuesto al lector hebreo. Introspecciones en el carácter y naturaleza de Dios en la economía del texto.
Estoy en profunda deuda con el rabino David Fohrman por éste estudio. En sus retoricas sobre la historia de Adán y Eva, señala que en el hebreo existen dos palabras para “donde.” Son “´eypoh” y “´ayyeh”.
Ahora, el idioma hebreo es un idioma con un vocabulario algo escaso, así que así que cuando incluye más de una palabra para la misma idea, usualmente existe una muy buena razón para la palabra adicional. Usualmente la razón es porque existe una diferencia conceptual entre las dos palabras; algo tan importante que las dos ideas no se pueden cubrir en una sola palabra.
Reconocerás las distinciones en lo referente a las palabras hebreas para amor (´ahav, dodh y ra’yah). Pero podrías notar que también existen distinciones sobre el concepto de “donde.” Una vez más, nuestras traducciones nos dejan en oscuras.
“´eypoh” aparece en Génesis 37:16. José busca a sus hermanos. “¿Dónde pastorean los rebaños?” pregunta. Las incidencias de “´eypoh” cubren la idea general de “donde” en cuanto a la geografía. Este es el “donde” de la ubicación.
Pero “´ayyeh” no es esa clase de “donde.” Isaac no pide la ubicación del cordero del sacrificio. Él pregunta, en sorpresa, por qué el cordero no está con ellos. Su uso de “´ayyeh” indica que espera que el sacrificio permanezca con ellos, pero por alguna razón no lo está. ¿Dónde está? Una vez que ves la diferencia entre estas dos palabras, el versículo se vivifica. Esta no es una pregunta casual sobre ubicación. Esta es una preocupación sobre las circunstancias extrañas que no son como deberían ser.
Ahora que reconoces la diferencia crucial en el hebreo, estás preparado para más profundidades sorprendentes. En Génesis 3, Dios encuentra a Adán después que él y Eva han comido de la fruta del Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal. La declaración de Dios es la primera pregunta en la Biblia. Es correcto. Es la primera pregunta.
Si creíste que había sido la serpiente la que había hecho la primera pregunta, entonces lees una traducción. La serpiente no hizo una pregunta. La serpiente repite un hecho con una sugerencia implícita. (”Dios dijo…entonces que”). Pero Dios hace la pregunta. El pregunta, “¿Dónde estás?” ¿Cuál palabra hebrea crees que uso Dios para “donde”? ¿Creen que Dios pregunta la ubicación de Adán? ¡Claro que no! Dios le pregunta a Adán porque no está donde se supone que debe estar – con El.
La diferencia en la palabra es una diferencia enorme en nuestra comprensión de la pregunta real. Gracias, David Fohrman.
¿Dónde estás? ¿Responderías con tu ubicación, o con una disculpa?
Escrito por Dr. Skip Moen
EL AMOR A DIOS – EL AMOR A PROJIMO
¿Cómo se expresa o demuestra? ¿Es un sentimiento? ¿Una emoción?
En la 1ª. Carta a los Corintios 13:4-8, el apóstol Pablo exhorta sobre la calidad del amor que debe existir en un cristiano en relación a su prójimo.
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser;…”
Algunos de los efectos del amor se estipulan aquí para que sepamos si tenemos esta gracia; y si no la tenemos, no descansemos hasta tenerla. Este amor es una prueba clara de la regeneración y es la piedra de toque de nuestra fe profesada en Cristo. Se quiere mostrar a los corintios con esta bella descripción de la naturaleza y los efectos del amor que, en muchos aspectos, su conducta era un claro contraste con aquel. (Comentario Matthew Henry)
Ahora, ¿tenemos que amar a Dios como debemos hacerlo con nuestro prójimo?
Con respecto de nuestro amor a Dios, La Biblia nos expresa que le debemos amar por sobre todas las cosas. El Evangelio de Marcos 12:29-30, por ejemplo, dice:
“Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento…”
El apóstol Juan en su Evangelio repite lo que Jesús mismo define como el amor a Dios:
Juan 14:23 “Le contestó Jesús: -El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra v vivienda en él.” NVI
Estos versículos, entre otros, nos dejan de manifiesto que el Mandamiento de Dios: amar a Dios y al prójimo, no es un sentimiento basado en emociones, sino una decisión concreta y personal a amar como Dios manda. ¿Es posible hacerlo? Sí, con la ayuda del Espíritu Santo.
El apóstol Pablo, en su carta a los Romanos alude a una promesa para los que aman a Dios, es decir, para los que deciden obedecer y vivir de acuerdo a Su Palabra.
Romanos 8:28 (en varias versiones para una mayor comprensión)
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Reina Valera 1960)
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. (Nueva Versión Internacional)
Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que le aman, es decir, de los que Él ha llamado de acuerdo con Su plan. (Biblia Lenguaje Sencillo)
Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según Su designio. (Biblia Jerusalén)
¿No entiendo como Dios puede permitir que me acontezca esto? Es la pregunta que muchos nos hemos hecho en algún momento, por no decir varios momentos, de nuestra vida.
Un día pedí consejo al pastor de la iglesia porque no entendía que pasaba conmigo. Espiritualmente estaba viviendo una etapa muy especial y maravillosa con Dios. En cambio en lo material (trabajo) la situación iba de mal en peor y muchas veces reclamé a Dios en mis oraciones y similar a Job dije: ¿Señor acaso no te das cuenta que te amo y te sirvo? Sabiamente el pastor me hizo entender que no existe ninguna relación proporcional en la Biblia que diga: a más bendición espiritual, más bendición material. Y añadió: ¿te has preguntado qué es lo que Dios desea o pretende con tu vida?
El resultado de esa prueba, fue que Dios desbarató toda mi vida para que me diera cuenta que a Él no le sirvo, si lo seguía haciendo según mi propio criterio.
Toda persona que ha prometido sinceramente servir a Dios, ha sido llevada por el Señor a situaciones, a veces extremas, que han transformado su manera de pensar, de vivir el Evangelio y sobretodo su carácter.
La promesa en Romanos 8:28, es que todo lo que Dios permita nos acontezca es para nuestro bien y para que definitivamente aprendamos a confiar en Él.
La segunda parte de Juan 14:23 termina diciendo: “…y mi Padre lo amará, y haremos nuestra vivienda en él.”
Dios habita en corazones acondicionados, “amoblados”, por El. Para ello, El ejecuta una labor de limpieza, renovación y restauración completa a Su necesidad, pues desea sentirse cómodo y libre para actuar y vivir.
Todo aquel que decide amar a Dios, decide juntamente obedecerle. Pero, debes saber que Dios te transformará de acuerdo a Su propósito.
El Señor nos ha llamado a ser sal y luz al mundo Mateo 5:14.
Para que la sal y la luz surtan el efecto que Dios espera deben cumplirse también en nosotros, las condiciones mencionadas en los bienaventurados (Mateo 5:3-11). Eso requiere cambios radicales en todos los ámbitos de nuestra vida. Sobre todo lo que respecta a nuestra dependencia de Nuestro Señor; “…porque separados de Mí, nada podéis hacer” (Juan 15:5)
Por lo mismo, mi consejo es que admitas la necesidad de cambios en tu vida, pues no es otra cosa que el reflejo del amor del Padre por ti (Juan 14:23). Esto, Su Amor, provocará en ti a amarle (obedecerle) con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Además, aprenderás a amar a tu prójimo como se describe en 1ª. Carta a los Corintios 13:4-8.
Dios te bendiga.
Equipo de colaboradores del Portal de la Iglesia Latina
Que bendición poder entender el amor de Dios hacia nosotros, que El no actúa como lo haríamos tu y yo, a veces desbarata todo para cumplir Su propósito en nosotros, Él es perfecto y desea que nuestro amor lo sea, tanto para El como Dios Sublime y Perfecto como para los demás, esto es lo que trastorna a este mundo que está falto de este sentimiento que es lo máximo y maravilloso, por tanto dejemos que El obre para poder ser sal y luz a quienes están perdidos al ir en tinieblas sin conocer al Dios del cielo.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA