A todas las personas les gusta recibir regalos, más cuando no sabemos que encierra el paquete y esto nos llena de ansiedad y regocijo, pero lo que importa es que quien lo reciba no nos olvide y para que eso suceda debemos hacer lo que nos dicen en este mensaje, por tanto que en todo momento los demás puedan adquirir lo que tu ofreces para que no se borre de sus vidas el obsequio precioso, no nos cansemos entonces de que los demás reciban lo que necesitan en todo momento de parte nuestra.
EL MEJOR REGALO
(Eres tú)
Si estás preocupado porque no sabes lo que vas a ofrecer como presente, porque no tienes condiciones, estás desempleado, o porque los amigos son tantos y tú no tienes medios de ofrecerles alguna cosa a cada uno...
Te voy a decir una cosa:
Las flores se marchitan, las tarjetas se pierden, ni todos los presentes agradan, las cartas se amarillean con el tiempo.
Piensa en ofrecer algo que quede para siempre, que tú posees y que muchas personas riquísimas ya no poseen más:
¡Un poco de tu tiempo!
Sé, por una hora, una mañana, una tarde o mismo un día...
¡El mejor amigo que alguien pueda tener!
Date enteramente en la amistad, en la escucha.
¡Los momentos quedan para siempre!
Hacer a alguien feliz es el mayor presente que podemos ofrecer.
Y eso nosotros no lo compramos, lo producimos, con el cariño en los ojos y amor en el corazón.
Haz con que de aquí hasta diez años alguien pueda decir: el mejor presente que yo recibí, fueron algunos momentos que me ofreciste en aquel año.
Somos nosotros, personas muy ricas de posibilidades.
Podemos dar a los demás sin tener que adquirir.
Podemos hacer a alguien sonreír.
Da un ratito de tu tiempo como presente.
Sin grandes sorpresas, pero de todo corazón.
¡Tú eres el mejor presente que existe!
UN TESORO ESCONDIDO
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo. (Efesios 1:3)
No hay manera de comprender las riquezas que Dios ha provisto para quienes aman a Su Hijo. Los tesoros que ha preparado son infinitos. Jesús dijo: “El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo” (Mt. 13:44). El apóstol Pablo cita al profeta Isaías cuando dice: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Co. 2:9).
La buena noticia es que, si amamos al Hijo de Dios, heredamos todas las riquezas del Padre. Si creemos en Cristo, tenemos un tesoro inimaginable.
Entonces si el Señor es infinito de igual manera los tesoros que nos ha preparado desde antes de la fundación del mundo, no hay escasez en El y por ende espera que nos apropiemos de ellos porque para eso han sido hechos, al tener a Jesús en el corazón somos coherederos juntamente con El, así que no hay riqueza en la tierra que pueda superar esta, a Dios toda la Gloria y gratitud por Sus múltiples bendiciones y bondades que tiene para con nosotros.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA