SALMO 147 (1-2-3-4-5-6)
El Señor aprecia a quienes lo respetan
¡Aleluya!
El Señor, protector de los humildes
147:1 ¡Qué bueno es cantar a nuestro Dios,
qué agradable y merecida es su alabanza!
147:2 El Señor reconstruye a Jerusalén
y congrega a los dispersos de Israel;
147:3 sana a los que están afligidos
y les venda las heridas.
147:4 Él cuenta el número de las estrellas
y llama a cada una por su nombre:
147:5 nuestro Señor es grande y poderoso,
su inteligencia no tiene medida.
147:6 El Señor eleva a los oprimidos
y humilla a los malvados hasta el polvo.