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General: Santa Teresa del Niño Jesús
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Teresa del Niño Jesús, Santa |
Sencillez y perfección en las cosas pequeñas, Octubre 1 |
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Teresa del Niño Jesús, Santa |
Virgen y Doctora de la IglesiaMartirologio Romano: Memoria de santa
Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia,
que entró aún muy joven en el monasterio de las
Carmelitas Descalzas de Lisieux, llegando a ser maestra de santidad
en Cristo por su inocencia y simplicidad. Enseñó el camino
de la perfección cristiana por medio de la infancia espiritual,
demostrando una mística solicitud en bien de las almas y
del incremento de la Iglesia, y terminó su vida a
los veinticinco años de edad, el día treinta de septiembre
(1897)
La Iglesia le dedica este día para que la conozcamos
y tratemos de imitar sus virtudes de delicadeza y pefección
en las cosas pequeñas.
Hay dos santas con el mismo nombre:
Santa Teresita del Niño Jesús o de Lisieux
y Santa Teresa de Ávila (15 de
Octubre). Ambas fueron monjas carmelitas, nos dejaron una autobiografía y
son santas doctoras de la Iglesia.
María Francisca
Teresa (Santa Teresita del Niño Jesús o de Lisieux) nació
el 2 de Enero de 1873 en Francia. Hija de
un relojero y una costurera de Alençon. Tuvo una infancia
feliz y ordinaria, llena de buenos ejemplos. Teresita era viva
e impresionable, pero no particularmente devota.
En 1877, cuando Teresita
tenía cuatro años, murió su madre. Su padre vendió su
relojería y se fue a vivir a Lisieux donde sus
hijas estarían bajo el ciudado de su tía, la Sra.
Guerin, que era una mujer excelente. Santa Teresita era la
preferida de su padre. Sus hermanas eran María, Paulina
y Celina. La que dirigía la casa era María y
Paulina que era la mayor se encargaba de la educación
religiosa de sus hermanas. Les leía mucho en el
invierno.
Cuando Teresita tenía 9 años, Paulina ingresó al convento
de las carmelitas. Desde entonces, Teresita se sintió inclinada a
seguirla por ese camino. Era una niña afable y sensible
y la religión ocupaba una parte muy importante de
su vida.
Cuando Teresita tenía catorce años, su hermana María se
fue al convento de las carmelitas igual que Paulina. La
Navidad de ese año, tuvo la expeirencia que ella llamó
su “conversión”. Dice ella que apenas a una hora
de nacido el Niño Jesús, inundó la oscuridad de su
alma con ríos de luz. Decía que Dios se había
hecho débil y pequeño por amor a ella para hacerla
fuerte y valiente. Al año siguiente, Teresita le pidió
permiso a su padre para entrar al convento de las
carmelitas y él dijo que sí. Las monjas del convento
y el obispo de Bayeux opinaron que era muy joven
y que debía esperar.
Algunos meses más tarde fueron a
Roma en una peregrinación por el jubileo sacerdotal del Papa
León XIII. Al arrodillarse frenta al Papa para recibir su
bendición, rompió el silencio y le pidió si podía entrar
en el convento a los quince años. El Papa quedó
impresionado por su aspecto y modales y le dijo que
si era la voluntad de Dios así sería
Teresita rezó mucho
en todos los santuarios de la peregrinación y con el
apoyo del Papa, logró entrar en el Carmelo en Abril
de 1888. Al entrar al convento, la maestra de novicias
dijo; “ Desde su entrada en la orden, su porte
tenía una dignidad poco común de su edad, que sorprendió
a todas las religiosas.” Profesó como religiosa el 8 de
Septiembre de 1890. Su deseo era llegar a la cumbre
del monte del amor.
Teresita cumplió con las reglas y deberes
de los carmelitas. Oraba con un inmenso fervor por los
sacerdotes y los misioneros. Debido a esto, fue nombrada después
de su muerte, con el título de patrona de las
misiones, aunque nunca habia salido de su convento.
Se sometió a
todas las austeridades de la orden, menos al ayuno, ya
que era delicada de salud y sus superiores se lo
impidieron. Entre las penitencias corporales, la más dura para ella
era el frío del invierno en el convento. Pero ella
decía “Quería Jesús concederme el martirio del corazón o el
martirio de la carne; preferiría que me concediera ambos.” Y
un día pudo exclamar “He llegado a un punto en
el que me es imposible sufrir, porque todo sufrimiento es
dulce.”
En 1893, a los veinte años, la hermana Teresa fue
nombrada asistente de la maestra de novicias. Prácticamente ella era
la maestra de novicias, aunque no tuviera el título. Con
respecto a esta labor, decía ella que hacer el bien
sin la ayuda de Dios era tan imposible como hacer
que el sol brille a media noche.
Su padre enfermó perdiendo
el uso de la razón a causa de dos ataques
de parálisis. Celina, su hermana, se encargó de cuidarlo. Fueron
unos año difíciles para las hijas. Al morir el padre,
Celina ingresó al convento con sus hermanas.
En este mismo
año, Teresita se enfermó de tuberculosis. Quería ir a una
misión en Indochina pero su salud no se lo permitió.
Sufrió mucho los últimos 18 meses de su vida. Fue
un período de sufrimiento corporal y de pruebas espirituales. En
junio de 1897 fue trasladada a la enfermería del convento
de la que no volvió a salir. A partir de
agosto ya no podía recibir la Comunión debido a su
enfermedad y murió el 30 de Septiembre de ese año.
Fue beatificada en 1923 y canonizada en 1925. Se le
presenta como una monja carmelita con un crucifijo y rosas
en los brazos. Ella decía que después de su muerte
derramaría una lluvia de rosas. El culto a esta santa
comenzó a crecer con rapidez. Los milagros hechos gracias a
su intercesión atrajeron a atención de los cristianos del mundo
entero. | |
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