Fundadora de las Siervas de María
Octubre 11
Manuela Torres Acosta nació en Madrid (España),
el 2 de diciembre de 1826. Sus padres, Manuel Torres y Antonia Acosta,
era una modesta pareja de labriegos que poseían una lechería en
Chamberí, barrio pobre del Madrid del ochocientos. De niña fue a la
escuela que las Hijas de la Caridad abrieron en el Hospital de
Incurables. Ayudaba en la lechería de sus padres y al mismo tiempo
cuidaba los niños de las vecinas organizándoles juegos para
entretenerlos.
A los veinticinco años pidió la admisión como hermana lega en el
convento de dominicas, pero tenía que esperar hasta que hubiera
lugar... En esa espera conoció los planes de fundación del cura de
Chamberí, padre Miguel Martínez, de una asociación de mujeres para
asistir a enfermos en casa. En 1851 reunió a siete mujeres en comunidad
que el día 15 de agosto recibieron el hábito y el nombre de Siervas de
María. Manuela tenía veintisiete años y escogió el nombre de María
Soledad en honor a la Virgen. A finales de 1853 la pequeña comunidad de
Siervas llegó a veinticuatro. En 1855, de las siete fundadoras sólo
quedaba una, la hermana Soledad, que había llegado la última, y que el
padre había recibido a regañadientes: cuatro de las fundadoras habían
abandonado el grupo y dos habían muerto.
Finalmente en 1856 también el padre Miguel abandonó la asociación
por él fundada dejando sola a sor María Soledad que se convirtió en
fundadora y superiora de doce religiosas distribuidas en tres casas:
Madrid, Getafe y Ciudad Rodrigo.
El 13 de noviembre de 1856 el nuevo director, padre Francisco
Morales, decidió cambiar a la superiora y el cardenal de Toledo pensó
en suprimirlas. Cambiaron entonces al padre Francisco por el padre
Gabino Sánchez, fraile capuchino, quien en 1857 repuso a la madre
Soledad en el puesto de superiora; ambos redactaron unos estatutos para
la asociación y, con el apoyo de la reina de España, Isabel II,
evitaron la supresión.
Dos años después de la aprobación, en octubre de 1878, madre
Soledad visitó Roma. Ante el papa León XIII quien le puso las manos
sobre la cabeza y le dijo palabras cariñosas, no pudo sino llorar. En
1875, con ayuda del obispo Orberá, fundaron una casa en Cuba. A partir
de entonces se aceleró el crecimiento de la congregación en España:
Santander, Almería, Zaragoza... De 1877 a 1887 se pusieron en pie un
total de veintinueve fundaciones.
También se les confió el Hospital de San Carlos del
Escorial. En la epidemia del cólera del año 1885 las Siervas, con madre
Soledad al frente, ayudaron a cuidar a los enfermos. El 21 de noviembre
el cardenal Rampolla, nuncio del Papa en España, inauguró la casa madre
y el noviciado. Estuvieron presentes veintiocho superioras que
representaban a casi trescientas religiosas.
Se aprovechó esa circunstancia para celebrar un
capítulo general extraordinario, quedando madre Soledad como superiora
general. A finales de septiembre de 1887 madre Soledad cayó enferma. Al
acercarse la muerte, le pidieron su bendición. Una hermana le sostuvo
la mano mientras decía: Hijas, que tengáis paz y unión. Murió el 11 de
octubre. El papa Pío XII la beatificó el 5 de febrero de 1950 y fue
canonizada por el papa Pablo VI el 25 d