MITO: Ya porque un hombre comete el error de molestar o acosar a un niño sexualmente no quiere decir que lo volverá a cometer con otros niños.

VERDAD: Pues fíjense que es muy raro que un delincuente moleste o acose a un niño solo una vez y después se abstenga de hacerlo.

Como cualquier adicto, se quedará inmediatamente enganchado. Su actividad acosadora sexual se acelerará en lugar de disminuir después del primer incidente. Los intentos se convertirán en más descarados, ocurrirán más frecuentemente y serán más intrusivos. La compulsión de repetir el abuso sexual es tan grande que la conducta seguirá aún cuando haya sido agarrado con las manos en la masa. Los acosadores sexuales hacen lo que sea, gastan demasiada energía, tiempo y esfuerzo para mantener este comportamiento, tanto como lo haría cualquier adicto. Muchos imagínense que buscan el voluntariado (ojoooooooooo) o trabajos o hobbies en los que asistan sean chicos. El padrastro incestuoso que molesta a sus hijastros es más probable que también lo haga fuera con otros niños y fíjense que probablemente se haya casado con la estupideta de su esposa solo para estar con los niños.

MITO: Los acosadores de niños pueden ser "curados".

VERDAD: A menos de que el perpretador abiertamente admita sus acciones y reconozca su responsabilidad, hay poca esperanza de que cambie.

Con muy raras excepciones la mayoría de los perpretadores no admiten su responsabilidad por el abuso sexual. La reacción es negación; la segunda reacción es culpa ya sea al niño o a la propia esposa. Aún los que admiten ser los seductores no aceptan la responsabilidad por los incidentes.

Las estadísticas indican que pocos abusadores de niños voluntariamente buscan ayuda. Las personas no renuncian a esa conducta tan placentera que le proporciona un poder indescriptible a menos que tengan una buena razón para hacerlo. Algunos expertos creen que la interposición de una acción legal es absolutamente necesaria para forzar a estas personas a seguir una terapia. El acosador admitirá la gravedad de su delincuencia y se le caerá esa escudo de racionalización. Entonces deberá trabajar en su problema cada día por el resto de sus días, tanto como un alcohólico recuperado. Algunas autoridades creen que los delincuentes sexuales nunca podrán ser cuerados y pueden aprender solamente a controlar su conducta depravada sexual.

Existe una prognosis muy pobre para la recuperación de todos los 3 tipos de abusadores sexuales.

Aquellos con desordenes psiquiátricos pueden necesitar hospitalización y/o medicación, lo cual podría reducir la posibilidad de cometer otro abuso sexual más adelante.

La recuperación de los tipos de perpretadores sociopátas (antisociales) es aún más raro, ya que casi nunca creen que puedan estar equivocados.

El tercer tipo de delincuente, el pedofilo, es considerado como el "incurable". Esto es verdad para aquéllos cuya atracción primaria sexual y orientación es por los niños. La preferencia sexual no es algo que se pueda cambiar fácilmente. Lo mejor que se puede esperar es que tal conducta sea controlada.

Basada en mi propia experiencia clínica, la única vez que un abusador de niños pareciera tener alguna esperanza para recuperarse es cuando no solamente admite a si mismo que tiene un problema serio sino que también lo admite ante otras personas. Es especialmente importante admitir a su familia y a la víctima que él es completamente responsable por el abuso. Aunque es extremadamente raro para un abusador de niños reconocer y asumir la completa responsabilidad por el dolor y sufrimiento que él ha inflingido, si él es sincero al admitir su culpa, si él le pide perdón y brinda la verdadera seguridad de que él o ella no tuvo de ninguna manera que ver en lo que sucedió y si él se compromete a si mismo cambiar a través de terapia o grupos de auto-ayuda como los Padres Unidos, entonces hay esperanza para el cambio.