Espíritu Santo
Espíritu Santo, tú eres el Gran Desconocido por los cristianos, porque muchos piden favores y gracias a los Santos, y se olvidan de ti, que eres la misma Gracia. Que yo no me olvide de ti y que siempre te invoque antes de comenzar cualquier actividad. Quiero invocarte por medio del Corazón Inmaculado de María, porque sé que no te resistes a las llamadas que te hacemos cuando lo hacemos a través de la Virgen, que es tu Esposa amadísima. “Ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderos intercesión del Corazón Inmaculado de María, tu amadísima Esposa”. Así te voy a invocar cada vez que haga alguna actividad en el día, antes de las oraciones, cuando me levante a la mañana y cuando me acueste por la noche, siempre te tendré presente y te pediré tus auxilios y dones, pues si vivo contigo, seré feliz ya desde esta tierra, pues tú eres el Consolador de toda pena y alientas con tu fuego de amor el alma de los que en ti esperan y te invocan. ¡Alabado seas Espíritu de Amor! ¡Bendito para siempre!