jueves 29 de octubre de 2009
by DraCaroline
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IGNORANTE,
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sentimientos,
servicio social
Hay
ciertas madres que quieren conservar a sus hijos dominándolos por
completo y controlándolos en cada aspecto de sus vidas. Te dicen como
te tienes que vestir, pensar, hacer, actuar y aparte hasta sentir.
¿Cómo la ven?
y hay otras madres que son lo opuesto les vale
gorro sus hijos digo hablando de que NO les brindan apoyo emocional,
orientación y no tienen nada de empatía por ellos. Es como si les
dijeran "te doy de comer, tienes un techo donde vivir, tienes ropa,
¿entonces cuál es el problema?
Estamos hablando de los rostros
de una madre narcisista. Si alguna chica es afortunada, puede que en su
camino algún adulto la haya orientado, reconocido o validado sus
sentimientos. Puede ser su salvavidas emocional. Por ejemplo Jacinta a
los 13 años le bajo la regla, y cuando se lo comentó a su mamá ésta le
dijo "no quiero saber nada de eso". La pobre chica pidió ayuda a una
vecina y a su profesora quién le explicó todo acerca de la menstruación.
En
mi práctica como psicoterapeuta me ha tocado ver a muchas madres e
hijas que pareciera por fuera que todo va bien, pero en lo profundo hay
dolor, confusión y tensión. Siempre les digo a mis pacientes que soy la
doctora de los "sentimientos" porque les aclaro que una vez que están
en mi oficina pueden hablar de todos los sentimientos habidos y por
haber sin límites. Me he fijado que los niños son los que más rápido
que sus propios padres aprenden a discutir sus sentimientos para
empezar a sanar.
Mi práctica está llena de niños abusados y
descuidados. El trabajar con ellos a evolucionado mi carrera y ha hecho
que una parte de mi corazón quiera ayudar a tantos niños sufrientes. Me
gustaría llevarme a todos los niños a mi casa , tal como un niño de 8
añitos me dijo "DraCaroline ¿sabe cocinar? ¿cuántos cuartos tiene su
casa? después despacio añadió " si me lleva podría lavarle los platos
diariamente y lavar sus ventanas". En mi profesión hay ciertas reglas
éticas que no permiten esto, sino ya habría abierto un orfanatorio en
mi propia casa. Hay un poema que un niño escribió a su madre que me
hizo derramar lágrimas en mi corazón, este niño fue retirado de la casa
de su madre narcisista:
Querida mamita
Me está yendo bien
Me saco puras A en la escuela
Y ya no lloro más a la hora de dormir,
Aunque mi nueva mamá me dijo que podría hacerlo.
Recuerdo como odiabas las lágrimas,
Me golpeabas para que fuera más fuerte,
y pensé que eso funcionaba.
Aprendí a usar el microscopio
Y mi cabello creció dos pulgadas.
Es bonito, como el tuyo.
No permiten que limpie la casa,
solo mi propio cuarto,
¿no es esa regla divertida?
Decías que los niños solo son problemas
ya con nacer, tenemos un precio que pagar por ello
No se supone que tenga que cuidar a otros niños,
solamente a mi, me gusta eso.
Aún siendo huecos en mi estómago
Cuando hago algo mal,
tengo un dicho en mi espejo que dice
"Los niños tienen el derecho a cometer errores, esta Bien",
lo leo todos los días,
Algunas veces aún lo creo.
Me pregunto si aún piensas en mi,
O Si estás alegre porque te deshiciste del alborotador,
No quiero verte nunca más,
Te amo, mami.
Algunas
veces estos niños tienen bien poco para comer, viven en casas que no
son higiénicas, que no tienen cuidado médico, o han sido abusados
física, emocional, o sexual. Trágicamente, esta clase de abuso y
descuido se ha extendido, las agencias del servicio social han sido
criticadas diariamente, gracias a Dios que existen para ayudar a estos
pobres niños inocentes.
**Lucía, una adorable niña de tan solo
10 añitos, cuida de toda la casa. Aunque vive en una situación no
ideal, tiene la esperanza en su corazón. Me cuenta lo siguiente "Mi
mamá nunca cocina para nosotros. Nunca hemos tenido esas cenas que se
ven por TV donde toda la familia se sienta alrededor de la mesa y comen
juntos. Hago mis propias comidas y soy buena para abrir latas de sopa
de pollo y los mac con queso". Un día Lucía decidió cocinar para
su madre. Ella hizo "bastante bien" la pasta y tasas de fruta para
ambas. Cuando la pequeña Lucía anunció que la cena estaba lista, su
madre le dijo que ella estaba a dieta y no tenía hambre. "Así, que como había acomodado la mesa con dos platos", Lucía cuenta con una inclinación en su cabeza "primero llené mi plato y me lo comí, y después cambié su plato y lo llené y también me lo comí. Pretendía como si ella estuviera junto a mi. Aún más pretendía como si estuvieramos platicando "Bueno, ¿Cómo te fué en el día? ¿Qué hiciste hoy?
Dios me los bendiga, sigan enviando sus consultas a dracaroline@dracaroline.com que con cariño y respeto orientaré.
Su amiga del alma
DraCaroline