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General: Fieles difuntos y costumbres mexicanas
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Fieles difuntos |
2 de noviembre, conoce el significado de las costumbres y tradiciones relacionadas con esta fiesta. |
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Fieles difuntos |
Un poco de historia
La tradición
de rezar por los muertos se remonta a los primeros tiempos del
cristianismo, en donde ya se honraba su recuerdo y se ofrecían
oraciones y sacrificios por ellos.
Cuando una persona muere, ya no es capaz de hacer nada para ganar
el cielo; sin embargo, los vivos sí podemos ofrecer nuestras obras para
que el difunto alcance la salvación.
Con las buenas obras y la
oración se puede ayudar a los seres queridos a conseguir el perdón y la
purificación de sus pecados para poder participar de la gloria de Dios.
A estas oraciones se les llama sufragios. El mejor sufragio es ofrecer la Santa Misa por los difuntos.
Debido
a las numerosas actividades de la vida diaria, las personas muchas
veces no tienen tiempo ni de atender a los que viven con ellos, y es
muy fácil que se olviden de lo provechoso que puede ser la oración por
los fieles difuntos. Debido a esto, la Iglesia ha querido instituir un
día, el 2 de noviembre, que se dedique especialmente a la oración por
aquellas almas que han dejado la tierra y aún no llegan al cielo.
La Iglesia recomienda la oración en favor de los difuntos y también
las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia para ayudarlos
a hacer más corto el periodo de purificación y puedan llegar a ver a
Dios. "No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer
nuestras plegarias por ellos".
Nuestra oración por los muertos puede no solamente ayudarles, sino
también hacer eficaz su intercesión a nuestro favor. Los que ya están
en el cielo interceden por los que están en la tierra para que tengan
la gracia de ser fieles a Dios y alcanzar la vida eterna.
Para aumentar las ventajas de esta fiesta litúrgica, la Iglesia ha
establecido que si nos confesamos, comulgamos y rezamos el Credo por
las intenciones del Papa entre el 1 y el 8 de noviembre, “podemos
ayudarles obteniendo para ellos indulgencias, de manera que se vean
libres de las penas temporales debidas por sus pecados”. (CEC 1479)
Costumbres y tradiciones.
El altar de muertos
Es
una costumbre mexicana relacionada con el ciclo agrícola tradicional.
Los indígenas hacían una gran fiesta en la primera luna llena del mes
de noviembre, para celebrar la terminación de la cosecha del maíz.
Ellos creían que ese día los difuntos tenían autorización para regresar
a la tierra, a celebrar y compartir con sus parientes vivos, los frutos
de la madre tierra.
Para los aztecas la muerte no era el final de la vida, sino
simplemente una transformación. Creían que las personas muertas se
convertirían en colibríes, para volar acompañando al Sol, cuando los
dioses decidieran que habían alcanzado cierto grado de perfección.
Mientras esto sucedía, los dioses se llevaban a los muertos a un
lugar al que llamaban Mictlán, que significa “lugar de la muerte” o
“residencia de los muertos” para purificarse y seguir su camino.
Los aztecas no enterraban a los muertos sino que los incineraban.
La viuda, la hermana o la madre, preparaba tortillas, frijoles y
bebidas. Un sacerdote debía comprobar que no faltara nada y al fin
prendían fuego y mientras las llamas ardían, los familiares sentados
aguardaban el fin, llorando y entonando tristes canciones. Las cenizas
eran puestas en una urna junto con un jade que simbolizaba su corazón.
Cada año, en la primera noche de luna llena en noviembre, los
familiares visitaban la urna donde estaban las cenizas del difunto y
ponían alrededor el tipo de comida que le gustaba en vida para
atraerlo, pues ese día tenían permiso los difuntos para visitar a sus
parientes que habían quedado en la tierra.
El difunto ese día se convertía en el "huésped ilustre" a quien
había de festejarse y agasajarse de la forma más atenta. Ponían también
flores de Cempazúchitl, que son de color anaranjado brillante, y las
deshojaban formando con los pétalos un camino hasta el templo para
guiar al difunto en su camino de regreso a Mictlán.
Los misioneros españoles al llegar a México aprovecharon esta
costumbre, para comenzar la tarea de la evangelización a través de la
oración por los difuntos.
La costumbre azteca la dejaron
prácticamente intacta, pero le dieron un sentido cristiano: El día 2 de
noviembre, se dedica a la oración por las almas de los difuntos. Se
visita el cementerio y junto a la tumba se pone un altar en memoria del
difunto, sobre el cual se ponen objetos que le pertenecían, con el
objetivo de recordar al difunto con todas sus virtudes y defectos y
hacer mejor la oración.
El altar se adorna con papel de colores picado con motivos alusivos
a la muerte, con el sentido religioso de ver la muerte sin tristeza,
pues es sólo el paso a una nueva vida.
Cada uno de los
familiares lleva una ofrenda al difunto que se pone también sobre el
altar. Estas ofrendas consisten en alimentos o cosas que le gustaban al
difunto: dulce de calabaza, dulces de leche, pan, flores. Estas
ofrendas simbolizan las oraciones y sacrificios que los parientes
ofrecerán por la salvación del difunto.
Los aztecas fabricaban calaveras de barro o piedra y las ponían
cerca del altar de muertos para tranquilizar al dios de la muerte. Los
misioneros, en vez de prohibirles esta costumbre pagana, les enseñaron
a fabricar calaveras de azúcar como símbolo de la dulzura de la muerte
para el que ha sido fiel a Dios.
El camino de flores de cempazúchitl, ahora se dirige hacia una
imágen de la Virgen María o de Jesucristo, con la finalidad de señalar
al difunto el único camino para llegar al cielo.
El agua que se
pone sobre el altar simboliza las oraciones que pueden calmar la sed de
las ánimas del purgatorio y representa la fuente de la vida; la sal
simboliza la resurrección de los cuerpos por ser un elemento que se
utiliza para la conservación; el incienso tiene la función de alejar al
demonio; las veladoras representan la fe, la esperanza y el amor
eterno; el fuego simboliza la purificación.
Los primeros misioneros pedían a los indígenas que escribieran
oraciones por los muertos en los que señalaran con claridad el tipo de
gracias que ellos pedían para el muerto de acuerdo a los defectos o
virtudes que hubiera demostrado a lo largo de su vida.
Estas oraciones se recitaban frente al altar y después se ponían
encima de él. Con el tiempo esta costumbre fue cambiando y ahora se
escriben versos llamados “calaveras” en los que, con ironía, picardía y
gracia, hablan de la muerte.
La Ofrenda de Muertos contiene símbolos que representan los tres “estadios” de la Iglesia:
1) La Iglesia Purgante,
conformada por todas las almas que se encuentran en el purgatorio, es
decir aquéllas personas que no murieron en pecado mortal, pero que
están purgando penas por las faltas cometidas hasta que puedan llegar
al cielo. Se representa con las fotos de los difuntos, a los que se
acostumbra colocar las diferentes bebidas y comidas que disfrutaban en
vida.
2) La Iglesia Triunfante, que son todas las almas que ya gozan de la presencia de Dios en el Cielo, representada por estampas y figuras de santos.
3) La Iglesia Militante, que somos todos los que aún estamos en la tierra, y somos los que ponemos la ofrenda.
En algunos lugares de México, la celebración de los fieles difuntos
consta de tres días: el primer día para los niños y las niñas; el
segundo para los adultos; y el tercero lo dedican a quitar el altar y
comer todo lo que hay en éste. A los adultos y a los niños se les pone
diferente tipo de comida.
Cuida tu fe
Halloween
o la noche de brujas: Halloween significa “Víspera santa” y se celebra
el 31 de Octubre. Esta costumbre proviene de los celtas que vivieron en
Francia, España y las Islas Británicas.
Ellos prendían hogueras la primera luna llena de Noviembre para
ahuyentar a los espíritus e incluso algunos se disfrazaban de fantasmas
o duendes para espantarlos haciéndoles creer que ellos también eran
espíritus.
Podría distraernos de la oración del día de todos los santos y de
los difuntos. Se ha convertido en una fiesta muy atractiva con
disfraces, dulces, trucos, diversiones que nos llaman mucho la
atención.
Puede llegar a pasar que se nos olvide lo realmente importante, es decir, el sentido espiritual de estos días.
Si quieres participar en el Halloween y pedir dulces, disfrazarte y
divertirte, Cuídate de no caer en las prácticas anticristianas que esta
tradición promueve y no se te olvide antes rezar por los muertos y a
los santos.
Debemos vivir el verdadero sentido de la fiesta y no sólo quedarnos
en la parte exterior. Aprovechar el festejo para crecer en nuestra vida
espiritual.
Algo que no debes olvidar
La Iglesia
ha querido instituir un día que se dedique especialmente a orar por
aquellas almas que han dejado la tierra y aún no llegan al cielo.
Los vivos podemos ofrecer obras de penitencia, oraciones, limosnas e indulgencias para que los difuntos alcancen la salvación.
La
Iglesia ha establecido que si nos confesamos, comulgamos y rezamos el
Credo entre el 1 y el 8 de noviembre, podemos abreviar el estado de
purificación en el purgatorio.
Oración
Que las almas de los difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz. Así sea.
Novena de oración por nuestros difuntos | |
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De: Cheri |
Enviado: 02/11/2009 21:53 |
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