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General: Dios es suficiente
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: XxX*: EtheL :*XxX  (Mensaje original) Enviado: 03/11/2009 00:23
DIOS ES SUFICIENTE
 
Tenemos a veces una imagen de Dios según la medida de nuestras circunstancias. Cuando las cosas nos sonríen, y el día es soleado, podemos divertirnos, tenemos trabajo, logramos con éxito lo deseado.  En esos días pensamos que tenemos un Dios grande y poderoso, alabamos con alegría y con ganas.  Somos buenos cristianos y confiamos, porque es fácil.
 
Pero cuando las cosas empiezan a salir mal y llueve sobre mojado, cuando no estamos saliendo de un problema y se viene otro peor, cuando no podemos pagar las deudas, y falta el trabajo, cuando la salud empeora y los remedios encarecen, cuando fracasan los negocios y no hay salida, cuando no hay nadie cerca que nos de una mano y nos sentimos solos y desamparados, creemos que Dios ya no es tan grande. Nos cuesta recordar esa imagen de todopoderoso que le asignabamos a Dios cuando todo marchaba bien.   Los problemas nos oscurecen la mirada, nos sacan de foco y nos confundimos. Tenemos la osadia de medir a Dios con nuestros parámetros.
 
Las circunstancias que vivimos nunca pueden condicionar a Dios.  Es nuestra percepción de las cosas que vivimos lo que hace que cambiemos la manera de pensar.  Dios no cambia; sigue siendo poderoso, y sigue haciendo maravillas.  Él sigue teniendo el control de todo.  Él es suficiente, jamás nos deja, jamás nos olvida, jamás nos abandona, por peor que sea nuestra situación, Dios está con nosotros.  Nunca se va de nuestro lado, nunca disminuye su poder.  Dios sigue siendo enorme en las buenas y en las malas.
 
Esta historia la contó un hombre que vivió detrás de la cortina de hierro, durante los años de la persecución: Un día la policía entró en su casa.  Lo desnudaron y lo golpearon brutalmente.  Delante de sus ojos mataron a su esposa y a sus hijos. Le expropiaron su casa y todos sus bienes.  Durante semanas lo torturaron hasta que finalmente lo tiraron en una celda oscura, solo, lastimado, desnudo, herido en el cuerpo y en el alma, sin ningún bien, sin ropa, sin familia, y sin amigos.  Todo esto le ocurrió por ser cristiano.
 
Cuando estaba en la celda, este hombre dijo:  "Cuando me habían quitado todo, me di cuenta que todavía tenía a Dios, y era suficiente".
 
DESCANSANDO EN DIOS
 
Una de nuestras responsabilidades más difíciles es descansar en el Señor.  La tendencia natural es hacer algo para continuar con nuestra agenda, y actuamos antes de que Dios lo indique.
 
Descansar puede sonar fácil, pero eso exige una valentía sobrenatural, ya que por nuestra debilidad humana, nos impacientamos. La preocupación nos aleja de la confianza en el Señor.  Debemos confiar en Dios y consagrarnos a Su voluntad; esta confianza es absolutamente esencial para descansar en Su mano; y debemos estar dispuestos a descansar para deleitarnos realmente en Él.
 
Esperar con paciencia a que el Señor actúe, es una de las pruebas más grandes de nuestra madurez espiritual.  Cuanto más fuerte es nuestro deseo, más corta es nuestra paciencia.  A veces queremos dictarle a Dios una agenda, pero experimentar el descanso está en Su agenda.  Sólo Él entiende todas las circunstancias y sabe el preciso momento en que la respuesta a nuestra oración dará el máximo beneficio.  Siempre que nos adelantamos a Su divino itinerario nos arriesgamos a cosechar desengaños, sufrimientos y pérdidas.
 
LA GRACIA DE ESPERAR
 
A nadie le gusta esperar, porque implica que no tenemos el control.  Por ejemplo nos impacientamos cuando estamos en una cola de la caja del mercado porque otra persona parece estar a cargo de la situación.  Pero el pasar a la línea de la caja, nos permite pensar que tenemos el dominio sobre nuestra vida.  Dolorosamente cuando como cristianos nos aferramos a la ilusión del control, sacrificamos un principio vital de una vida bendecida: jamás creceremos en nuestra relación con Dios, hasta que aprendamos a esperar en Él.
 
Pausar para recibir nuevas instrucciones del Señor es esperar con determinación la intervención de Dios en nuestra vida.  Mientras esperamos, Él está actuando, preparando los corazones y dirigiendo las circunstancias.  Podemos tener la absoluta confianza de que Él responderá de la mejor manera y en el tiempo oportuno.  El aprender a hacer una pausa para recibir instrucción divina exige dos cosas de nosotros.  Primero, debemos ser sensibles a la voz de Dios, lo cual exige que leamos Su Palabra y le pidamos que Él hable a nuestro corazón. Segundo, debemos confiar en Él. Si esperamos en el Señor, recibiremos lo mejor que Él tiene para nosotros.
 
RAZONES PARA ESPERAR
 
Cuando llegamos a una bifurcación en el sendero de nuestra vida, tenemos que esperar que Dios nos muestre qué camino tomar.  La oportunidad que nos parece mejor puede ser en un problema si nos adelantamos a Él.  En nuestro afán por asegurar lo mejor para nosotros, pasamos por alto el hecho de que Dios tiene buenas razones para frenar nuestro avance.
 
Dios tiene un plan específico para cada uno de nosotros.  La fe se fortalece al máximo en los tiempos de dificultad.  Aunque deseamos que Dios aleje la tormenta, tenemos que vencerla entendiendo Su fidelidad.  Cuando nos concentramos en lo que queremos, no en Aquel que nos da todas las cosas, nuestras peticiones nos desvían de Su voluntad.  Caemos en la ansiedad.  Pero a Dios no lo mueven nuestras frustraciones, como un Padre paciente, el Señor nos lleva a reconocer que un deseo equivocado ha tomado el lugar de nuestro anhelo de Él.  Nuestra respuesta correcta (un nuevo enfoque en Dios), muchas veces precede a las bendiciones que recibimos.
 
Algunas veces, la situación no está lista para la respuesta que Dios quiere darnos.  Por eso, puede ser necesario que Él disponga una serie de acontecimientos en la mente de la persona, antes de que termine nuestra espera.  La paciencia trae recompensas que superan nuestras peticiones.  Sobre todo, Dios quiere que tengamos confianza en Su provisión, aunque no podamos ver las evidencias.  En respuesta a nuestra confianza, el Señor derramará Sus bondades sobre nosotros.
 
Antes de que te levantes de la cama cada día, di una oración como ésta:
 
Padre celestial, te doy gracias por responder a los deseos de mi corazón.  Hoy voy a deleitarme en Ti, a consagrarlo todo a Ti, y a descansar en la comprensión de que todo está bajo Tu control.  Yo esperaré Tu tiempo perfecto, porque Tú eres suficiente.
 
Autor Desconocido   
 
Un Abrazo y que Dios derrame sobre ti bendiciones de Vida, Paz, Amor, y mucha Prosperidad;


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Cheri Enviado: 03/11/2009 19:33
felicidades Ethel x tus cumple


 
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