- ¿Maestro, como sabré cuando llegue el amor? - No lo sabrás, ni siquiera te enterarás, pues el amor es muy sutil, no hace aspavientos. - … ¿Y maestro, como sabré si es la persona correcta? - No hay personas correctas ni incorrectas, pues el amor no distingue, ni discrimina. - ¿Acaso debo confiar ciegamente en lo que siento? - El corazón nubla la mente, pero siempre hay una pequeña voz interior que te aconseja. Óyela. - Pero Maestro, temo al sufrimiento. - El dolor en dosis correctas, si sucede, te hace apreciar estados de alivio. Convierte tu temor en prudencia. - ¿Y como hago que dure para siempre? -
Nada es para siempre, todo en la vida son ciclos, pero haz que tu ciclo
perdure largamente siguiendo el decálogo de una relación duradera.
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