"Lo principal para nosotros no es ver lo que se halla vagamente
a lo lejos, sino lo que está claramente a mano"
Deberíamos seguir el ejemplo de un gran buque, en el que su
capitán con sólo presionar un botón, puede aislar varios de sus
compartimientos. Aunque somos más complicados y nuestro
viaje es más largo que el de un buque, tenemos que aprender a
manejar la maquinaria que nos permita vivir en compartimientos
estancos, al día, como forma de garantizar la seguridad
del viaje.
Cuando sea necesario, debemos presionar el botón y ver cómo
se cierran las puertas de hierro que nos separan del pasado, el
ayer muerto, y del futuro, el mañana que aún no ha nacido;
de esta forma, quedaremos seguros para vivir el presente
El despilfarro de energía, la angustia mental y los desajustes
nerviosos estorban los pasos de la persona que siente ansiedad
por el futuro o el pasado. Cultivemos el hábito de vivir la vida
día a día, lo cual no significa que no hagamos esfuerzo alguno
para preparar el futuro.
El mejor modo de prepararse para el mañana es concentrarse,
con toda la inteligencia y entusiasmo,
en hacer hoy el trabajo de hoy, en forma excepcional.
Es necesario cuidar del mañana por todos los medios,
meditando, proyectando y preparándose.
Pero sin ansiedad ni preocupaciones.
Cuando estamos sumamente agobiados por
los pesares de la vida, por los múltiples quehaceres, por los
problemas que parecen no tener solución,
debemos parar y pensar:
"un paso a la vez, una tarea cada vez.".
Stephen Leacock escribió:
"¡qué extraño es nuestro breve paso por la vida!
El niño dice: cuando sea grande. El chico grande dice: cuando sea mayor.
El mayor dice: cuando me case.
El casado: cuando me retire.
Cuando llega el retiro, se vuelve la vista hacia el camino viajado,
parece correr por él un viento frío.
Hay algo que no se ha logrado y que desaparece.
La vida,
según lo aprendemos demasiado tarde,
está en vivir,
en el tejido de cada día y cada hora."
(Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida)
por Dale Carnegie
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