jueves 1 de abril de 2010
by DraCaroline
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Observo que en las últimas décadas los
padres no les relatan sobre todo en esta Semana Santa a sus hijos en
familia acontecimientos muy importantes en la vida de nuestros grandes
Santos.
Al escribir este mensaje estoy hasta dudando si continuo
escribiendo sobre este tema, tal vez aburrido para algunos pero para mi
fascinante.
Ella nació en una villa en Alemania un 8 de
septiembre de 1774. De niña su Angel Guardián la visitaba y cuando
cuidaba el rebaño en la ladera se le aparecía Jesús mismo en forma de un
joven pastor quién venía continuamente a resguardarla de peligros.
Fíjense que desde niña ella tenía visiones de todos tipos visitas de
Jesús y de nuestra Dulce Madre María. Algunos Santos también se le
aparecían. Ella les contaba a su gente lo que veía pero todo mundo se
impresionaba de su imaginación y no la tomaban en serio. De ahí que ella
empezó a silenciarse ya que como nadie hablaba de eso pues tampoco lo
haría ella, siguió con el mismo lenguaje de los demás niños de su edad.
Igual que muchos santos que he leído ella pensaba que todos veían las
mismas visiones y que por modestia y humildad no hablaban de eso. Cuando
tenía 16 años recibió la llamada de Dios para ser monja. A pesar de su
corta vida, ella siempre tuvo comunicación con las almas del purgatorio
y pedía mucho por ellas.
Cuando tenía 24 años recibió la Gracia
de Nuestro Señor, Gracia que se le ha concedido a muchos santos por la
devoción de una manera especial a su Dolorosa Pasión, es decir la
experiencia viva y visible los los sufrimientos de su Sagrada Cabeza,
cuando fue coronada de espinas.
Ella misma cuenta bajo que
circunstancias fue revelado este misterioso favor: Cuatro años antes de mi admisión en el
convento, sucedió en 1798 en la Iglesia de Jesuitas arrodillada frente
al Crucifijo y absorta en la meditación, sentí un calor extraño en mi
cabeza y pude ver a mi Divino Esposo, bajo la forma de un hombre joven
vestido con luz, venía hacia mi en el Altar, donde el Sagrado Sacramento
era preservado en el tabernaculo. En su mano izquierda sostenía una
corona de flores, en su mano derecha una corona de espinas, y me dio a
escojer cual era la que yo quería. Escogí la corona de espinas, El las
colocó sobre mi cabeza y yo la presioné con ambas manos. El desapareció y
regresé a mi misma, sintiendo, sin embargo un dolor violento en mi
cabeza. Por eso me vi obligada a dejar la iglesia, la cual iba a ser
cerrada. Una de mis compañeras estaba arrodillada a mi lado, y pense que
ella habría visto lo que me sucedió. Pero no vió nada. Al día
siguiente mi cabeza la sentía dolorida y las sienes estaban inflamadas
era un dolor terrible. A veces regresaba por días y noches con el mismo
dolor tan tremendo. Mis compañeras veían como se me formaban manchas de
sangre en mi cabeza pero me tapaba muy bien ninguna de ellas reveló mi
secreto.
Otras personas contemplativas, especialmente
devotas en la Pasión de Cristo, han admitido también haber tenido el
privilegio de sufrir la tortura por la corona de espinas después de
haber decidido entre escoger las dos coronas, entre otras St. Catherine
de Sienna, Pasithea de Crogis una Pobre Claretiana del mismo pueblo que
murió en 1617.
Les aliento a que lean la vida de Santa Caterina
Emmerich, es más les cuento que el director de cine Mel Gibson baso su
película en las visiones descritas por Santa Catherine Emmerich de la
Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Sigan enviando sus consultas a
dracaroline@dracaroline.com que con cariño y respeto orientaré.
Dios
Padre, Jesús Nuestro Salvador, María Nuestra Madre, José, Padre Pío,
Santos y Angeles nos protejan y bendigan a todos
Su amiga del
alma
DraCaroline