La Vida del Ser Humano
La vida del ser humano debe semejarse a la de los árboles; el árbol para dar su fruto debe renovarse, despojarse y después vestirse de verde; dejar morir una parte de sí mismo para después encontrarse más lozano y rejuvenecido: ser más primaveral.
Hay personas que viven un conformismo estancado de costumbres, de formulismos y de moldes inmutables; viven con un hacinamiento de ideas congeladas, tienen miedo de cambiar y esconden como las tortugas la cabeza en su concha y ni siquiera osan ver a su derredor los cambios que se operan.
Renovarse significa tener la mente y el corazón abiertos, liberarse de prejuicios.
Renovarse significa reconocer que deben morir en nosotros ciertas cosas, ciertas actitudes fosilizadas y que algo más joven y vital debe brotar en las ramas de nuestro espíritu.
Lo que no se renueva atemoriza al que se aparta en busca de su propia personalidad, detectan al original, critican al imaginativo y amenazan al creativo.
Quien tiene miedo a lo nuevo, quien ve en todas idea nueva una amenaza y no una señal de nuevas primaveras; ese ya ha empezado a destruirse.
Por eso quien se renueva acepta siempre el pluralismo ideológico y la apertura, porque sabe que es el único camino para llegar al progreso.
Renuévate y abandona de vez en cuando la comodidad de los caminos andados y lánzate a abrir brechas nuevas.
Renuévate, déjate fascinar por nuevos enfoques, nuevos puntos de vista, nuevos proyectos para ampliar así nuestra realización humana y encontrar la plenitud de la existencia.
¡¡¡Un abrazo para ti!!!
ti
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