Esta pregunta me la hacen frecuentemente y existen por lo menos cuatro factores que contribuyen a esa sensación de soledad
1. PERDIDA DE MOTIVACIÓN.
Recuerdo como anhelaba tener un tiempo libre para mi pero las necesidades de mis hijos me dejaban poco tiempo para mi. Como todas las madres hacia mil cosas a la vez. Era la única manera de realizar algo. Podía platicar con una amiga a la vez observando a mi hija jugar en un partido de futbol. Podía limpiar la cocina y a la vez cuidar que mis hijos terminaran la tarea. Siempre estaba haciendo algo, siempre motivada. El hecho de hacer tantas cosas me levantaba el espíritu. Pero cuando todos los hijos se fueron solamente limpiaba la cocina, limpiaba la mesa era solo un hecho...todo tan rutinario..cuando limpiaba mi cuarto eso era todo...tenía dificultad para ser creativa, para redecorar ¿por que? Porque mis hijas no estaban ahí para opinar. No podía esperar que mis hijas llegaran y me dijeran "Mamá eso te quedo lindo". Mi esposo no responde de la misma manera. No es lo mismo.Algunas veces amigas nuestra motivación se tambalea porque no hay nadie para apreciarlo o por lo menos reconocer nuestros esfuerzos. Se siente uno muy solo.
2. PERDIDA DE CONFIANZA.Si hacemos nuestras "carreras" a un lado por un tiempo mientras estamos en casa y nos hacemos cargo de los hijos, vamos a experimentar un poco de pánico.
¿Qué voy a hacer ahora? El mundo pareciera que camina sobre mi. He estado fuera de la fuerza laboral por tanto tiempo. ¿Cómo puedo involucrarme nuevamente?Estas preguntas me las hizo una paciente a quien llamaremos Paula. Por casi 35 años ha sido madre. Sus 6 hijos ya entraron a la escuela y decidió que los más pequeños recibieran educación en casa. Ahora que contempla la partida de ellos dice "No se quién soy aparte de ser madre. No sé en que estoy interesada o lo que me gusta. Siento que estoy pasando por una crisis de identidad y aún tengo uno en casa!!
Cuando su segunda hija se fue a la universidad, Paula no estaba preparada para la depresión que iba a sentir por ese golpe. Aún cuando se involucro en la enseñanza con sus hijos en la escuela, ella lo hacía para estar cerca de ellos. No era "que le gustara mucho". De hecho, no lo disfrutaba. Ahora se encontraba sola, triste y un poco enojada con ella misma. ¿por que no segui una carrera que me gustara? comenta. Ella se sentía perdida. ¿que se supone que voy hacer a los 52 años? No sé ni como empezar una nueva carrera. No se ni que me gusta ¡ni para que soy buena!!!
Su confianza tambaleaba y así aumentaba más su soledad.
3
. PERDIDA DE UNA COMUNIDAD CLARAMENTE DEFINIDAUna de las cosas más sorprendentes que experimentan las personas que pasan por el nido vacío es una pérdida de conexión con las otras personas. Es duro cuando muchas de tus amigas aún tienen un hijo en casa y están conversando sobre cosas en las que tu ya no eres parte de eso. Los fines de semana que estaban llenos de tantas actividades deportivas de tus hijos y reuniones sociales ahora de pronto están vacías. El calendario está escaso de la camadería que acostumbrabas tener con los intereses de los adolescentes.
Dando marcha atrás nos damos cuenta que la mayoría de los amigos siendo padres eran las amistades que desarrollabamos con los padres de los amigos de nuestros hijos. Cuando somos madres jóvenes de niños pequeños, estamos desperadas buscando madres jóvenes que estén en la misma situación. Cuando estamos embarazadas y con niños pequeños buscamos amigas que estén igual. Ellas nos entienden. Saben como nos sentimos. Ellas están agotadas igual que nosotras. Hay tantos grupos en la comunidad donde nos juntamos a charlas sobre nuestros hijos. Así que cuando nuestros hijos se van convirtiendo en adolescentes los grupos son diferentes y las conversaciones son sobre límites, presión de grupo y pandillas. Todos estamos en el mismo barco.
A menudo con los años perdemos la interacción con otros adultos. Estamos tan ocupados con nuestros adolescentes, nos quedamos en casa los fines de semana de tal manera que ellos se queden con sus amigos en casa. En otras palabras dejamos por un tiempo a una lado nuestras vidas sociales con el fin de pasar estos últimos años con nuestros hijos.
Y ahora se han marchado. Pero no todos nuestros amigos están en el nido vacío aún. Y otros se han lanzado a empezar una nueva carrera.
No están donde estaban. Es difícil identificar a alguien en nuestra propia estación. No hay un niño al lado que te de una señal. Sin un amigo con quien hablar, te vas a encontrar muy sola.
4.
PERDIDA DE IDENTIDADEl otro día una hija mía llamó por teléfono y el mensaje de voz decía "Habla la familia Cooke deje su mensaje por favor" y mi hija respondió "hey mamá es extraño escuchar eso de la familia Cooke cuando ya no hay nadie más en casa"
Afortunadamente mis respuesta fue reirme a carcajadas. Después de todo seguimos siendo familia. Solo que nos hemos dispersado. Sin embargo, estos comentarios subrayan el hecho de que nuestra identidad está cambiando.
Sin importar si hemos visto marchar a nuestros hijos con tristeza o alegría, sentimos alivio cuando ese hijo problématico se ha ido, esperando que le hijo pródigo no regrese por un tiempo, o sollozando cuando ese hijo quién era nuestro hijo más apegado se ha marchado en la carretera. Nuestra identidad, en gran parte ha sido definida por tener a los hijos en casa. Pero ya no lo es más. Es una nueva época y tenemos que hacer ajustes.
Dios nos proteja y ayude..les deseo un super hermoso jueves todavía estamos vivos así que vamos a echarle muchas ganas a la vida....estamos en el mismo barco..sigan enviando todas sus consultas que me encanta responderles con cariño y respeto como se lo merecen a dracaroline@dracaroline.com
Padre Pío lléname de mucho amor.
Su amiga del alma
DraCaroline