El retardo diagnóstico es el tiempo que transcurre entre que una persona comienza con los síntomas y recibe el tratamiento adecuado. Para las espondiloartritis, un grupo heterogéneo de enfermedades articulares inflamatorias crónicas que comparten rasgos clínicos, radiológicos e inmunogenéticos, el promedio es de 5,9 años, según un estudio presentado por el reumatólogo Daniel Palleiro y desarrollado por el Grupo Uruguayo de Espondiloartritis (GUES), que desde 2002 funciona en el Instituto de Reumatología.

Ese retraso diagnóstico tiene como una de sus causas la demora del propio paciente al consultar. Y en eso pesa la naturalización que culturalmente se hace de los dolores articulares. "Todo el mundo dice `tengo reuma` y ya está. Y como no se cura, pues vamos a dejarlo, porque el país es húmedo. Y todo eso es falso. Por eso apuntamos a cambiar la mentalidad de la gente, difundir que es una enfermedad y que lo mejor es ir al médico", dice Paloma De Abreu, integrante del proyecto.

Algunos síntomas que deben llamar la atención es la inflamación persistente de una o más articulaciones que no remita rápidamente y la rigidez de movimiento (ver aparte).

TRES PILARES. En los últimos años se produjo un cambio en los criterios diagnósticos. Se dejó de tratar la artritis tardíamente, lo que producía al "dejarla a su propia evolución mucha invalidez", explica Teijeiro. Luego se comprobó que un tratamiento en el inicio de los síntomas evita o retarda el daño articular.

La medicación con que se trata -inmunomoduladores- es agresiva, con varios efectos secundarios, por lo que cobra especial importancia la valoración del especialista sobre el pronóstico de ese paciente en concreto. Para ello se valen de los llamados factores predictivos como anticuerpos, alteraciones en la radiografía y antecedentes familiares.

Quienes no responden adecuadamente a los fármacos convencionales, pueden ser tratados con terapias biológicas, que son financiadas por el Fondo Nacional de Recursos. Los especialistas llevan un registro de acontecimientos adversos con esta medicación.

Hasta ahora, el Grupo Palnar-EOA centró su actividad en Uruguay en tres aspectos. Por un lado, en concientizar a la comunidad sobre los síntomas de la artritis y la importancia del diagnóstico precoz, explica Alicia Ramagli, coordinadora del plan. Dieron charlas, pero sólo en Montevideo. Uno de las dificultades que enfrentan es el financiamiento, ya que todos trabajan de forma honoraria y, hasta ahora, no han obtenido apoyo del Ministerio de Salud Pública. Sí lograron fondos de Palnar para crear la base de datos.

Otra de las líneas de trabajo consiste en brindar a los médicos, especialmente del primer nivel de atención, herramientas que les permitan el diagnóstico precoz.

Para ello organizaron conferencias presenciales, pero lo que les dio mejor resultado fue un curso virtual, que desarrollaron con el apoyo de un laboratorio, y les permitió llegar a 176 profesionales, cuenta Ramagli. De ellos, la mitad eran del interior del país y casi todos los departamentos estaban representados.

El tercer pilar de la labor del equipo es la investigación. En concreto, desarrollan un estudio de cuatro años de duración de pacientes con artritis de reciente comienzo, que tiene como objetivo establecer un diagnóstico precoz, prever su evolución y establecer un tratamiento eficaz desde el inicio. Para ello se elaboró un software para registrar on line la información de los pacientes. Entre enero de 2010 y abril de 2011 ingresaron al estudio 84 personas, la amplia mayoría de Uruguay, según un trabajo presentado en el Congreso.

Una de las metas es medir la demora diagnóstica. Hasta ahora fue de 95 días, aunque hay que considerar que en el estudio sólo ingresan quienes como máximo saben que tienen la enfermedad hace menos de un año, dice Ramagli.

Clave aspectos

La artritis reumatoidea es una enfermedad inflamatoria de las articulaciones, crónica e invalidante. Se estima que habría entre 30.000 y 60.000 personas afectadas en Uruguay.

Afecta de forma predominante a la mujer entre 40-50 años. Hay casi cuatro mujeres por cada hombre que padece la enfermedad. Puede observarse en niños y en ancianos. Su causa es desconocida aunque se la vincula con predisposición genética, determinadas infecciones y alteración del sistema inmune.

La enfermedad produce hinchazón, dolor, enrojecimiento y deformidad de las articulaciones, dificultad para el movimiento y rigidez matutina prolongada. Afecta diferentes articulaciones del cuerpo (con preferencia de manos y pies). Tiende a persistir años. Dejada a su evolución natural produce daño de las articulaciones y puede devenir en discapacidad.

Si tiene alguno de esos síntomas debe consultar a su médico. Por más información consultar en www.panlareoa.org. La Unidad de Artritis de Reciente Comienzo recibe pacientes públicos y privados. El teléfono es 24860419 (lunes a viernes de 8 a 12 horas).