Paz mundial Todos somos expresiones del amor de Dios.
He sido bendecido por muchos maestros en mi vida, y la naturaleza es también una gran maestra. Por ejemplo, la polinización me enseña acerca de lo mucho que se logra gracias a la armonía y a la cooperación entre las especies. Las flores proveen néctar para las abejas; las abejas, a su vez, recogen y esparcen el polen ayudando así a cultivar todavía más flores.
Del mismo modo, la diversidad de las personas y la diferencia entre un medio ambiente y otro en el planeta Tierra, enriquecen nuestras vidas de múltiples maneras. Al determinar vivir en armonía con los demás, ayudamos a esparcir el amor divino y propagamos la paz. Dios creó el mundo como un hogar bello y vibrante para todos.
Hijos, por favor, ¡escúchenme! ¡Dichosos los que siguen mis caminos!—Proverbios 8:32
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