
PARA TENER UNA RELACIÓN CON DIOS
Priman tres aspectos:
1º.-Primero y fundamental es aceptar la gracia que Dios tiene con nosotros al justificar nuestras faltas y pecados a través de la obra redentora (redimir: liberar por precio) que hizo nuestro Señor Jesucristo al venir a morir en esa cruz de vergüenza, por nosotros, sufriendo todo lo que deberíamos haber padecido, por nuestros pecados. El Santo y Justo muriendo por nosotros los injustos; de modo que si le creemos a Dios que Él dio a su Hijo para salvarnos, a través de la muerte de Él, y darnos vida eterna junto a Dios, estamos aceptando este regalo inmerecido que Dios nos hace por su Gracia. Y ¿Qué es la gracia de Dios? Es la virtud o cualidad que Dios tiene para entregar algo de Él a quien no se lo merece. Debemos siempre tener presente, los creyentes, que debido a esa preciosa virtud que nuestro Dios tiene, nos podemos acercar a Él cada día, por “Gracia”; no importa que andes en las nubes de la espiritualidad, no es por esas nubes que podemos acercarnos a Él, es por su gracia; aunque andes en el fango de la mediocridad, no es esa mediocridad que nos impedirá acercarnos a Dios, por su gracia Dios nos lo permite. Cada instante, cada momento de acercamiento a Dios se lo debemos a esa bendita virtud de Dios llamada “Gracia”
2º.- Tener FE y creer lo que Dios habla a través de su Palabra en la Santa Biblia. Una correcta relación con Dios es una en la cual la Palabra de Dios es protagonista, y donde el creer lo que Dios ha dicho en su palabra es un ejercicio.
3º.- Obedecer y andar como Dios nos guía por medio de su Palabra; con la ayuda del Espíritu Santo que Él nos ha entregado en el momento mismo en que creemos y aceptamos al Señor Jesucristo como nuestro Salvador. Sólo con su ayuda podemos caminar como Dios, nuestro creador, nos pide. Nuestra relación con Dios será correcta, cuando en la vida diaria esté haciendo caso del trabajo del Espíritu Santo en mi vida, el Espíritu Santo nos insta, nos mueve, nos convence, a obedecer a Dios, a cambiar ciertos vicios de nuestro carácter, a entregar cada día nuestro corazón a Dios, a tomar decisiones en el día a día que honren al Señor, cuando un creyente, no hace caso a este trabajo del Espíritu Santo, entonces no está en una correcta relación con Dios, cuando logra percibir que el Espíritu Santo lo esta instando, lo esta convenciendo, los está guiando, (todo por medio de la Palabra) y el creyente se resiste a esto, entonces no está en una correcta relación con Dios.
CON CARIÑO


|