Hola mis amados:
Nada tan especial como el hogar, por eso cuando partimos a un viaje o nos casamos y vamos a visitar a nuestros padres se convierte en algo maravilloso, porque lo que somos se lo debemos a ellos, su educación, su ejemplo y su convicción en los valores y principios que nos han dado en todo tiempo es el valuarte para seguir en la vida y manifestarlo a nuestros hijos, que ellos también lo puedan añorar, valorar y un dia hacer del de ellos lo mejor, asi que nada iguala a ese calor, amor y armonía que se vive en medio de la familia, que cada dia menos se disuelvan en divorcios o separaciones, porque la unidad nos hace invencibles.
HOGAR...
Un buen hogar siempre estará donde el camino esté lleno de paciencia, donde la almohada esté llena de secretos, donde el perdón esté lleno de rosas.
Estará donde el puente se halle tendido para pasar, donde las caras estén dispuestas para sonreír, las mentes activas para pensar y las voluntades deseosas para servir.
Un buen hogar siempre estará donde los besos tengan vuelo
y los pasos, mucha seguridad.
Donde los tropiezos tengan cordura y los detalles, significación.
Donde la ternura sea muy tibia y el trato diario muy respetuoso.
Donde el deber sea gustoso, la armonía contagiosa y la paz dulce.
Un buen hogar siempre estará donde el crecimiento sea por el mismo tronco y el fruto por la misma raíz.
Donde la navegación sea por la misma orilla y hacia el mismo puerto.
Donde la autoridad se haga sentir y, sin miedos ni amenazas,
llene la función de encauzar, dirigir y proteger.
Donde los abuelos sean reverenciados, los padres obedecidos
...y los hijos vigilados!
Un buen hogar siempre estará donde el fracaso y el éxito sean de todos.
Donde disentir sea intercambiar y no guerrear.
Donde la formación junte los eslabones ¡y la oración forme la cadena!
Donde las pajas se pongan con el alma y los hijos se calienten con amor.
Donde el vivir esté lleno de sol y el sufrir esté lleno de fe.
Un buen hogar siempre estará en el ambiente donde naciste,
en el huerto donde creciste, en el molde donde te configuraste
y el taller donde te puliste.
Y muchas veces será el punto de referencia y la credencial para conocerte, porque el hogar esculpe el carácter, imprime rasgos, deja señales y marca huellas.
Las vetas y el cimiento dejados por un buen hogar son indestructibles.
Los principios parecen como grabados en hierro.
La fe, como cincelada en roca.
Y el amor, llevado como bandera.
Es montar el barco más seguro para navegar el mundo, de otra manera sería navegar con un timón titubeante, una brújula indecisa y la quilla rota.
Con buenos hogares se podría salvar al mundo, porque ellos tocan a fondo la conducta de los hombres, la felicidad de los pueblos y la raíz de la vida.
Aunque hay excepciones, ese hogar primero, hogar tronco, nunca se pierde: ¡te lo llevas en el alma!
Nunca se oscurece: queda en las luces que te alumbran el camino.
Nunca se lo lleva el viento: queda prendido en tu raiz.
De ese hogar tronco salen las grandes alas que te permiten volar y hacerte águila.
De ese hogar tronco salen los principios fuertes que enmarcan tu figura para hacerte gigante.
De ese hogar tronco sale esa fuerza de la fe que resplandece para hacerte estrella.
¡De ahí salen obras maestras!
ORACIÓN A MI SEÑOR:
Ayúdame Señor, a creer que detrás de las nubes está el sol; y que los árboles desnudos de otoño volverán a vestirse de hojas si tengo la paciencia de esperar.
Ayúdame Señor, a comprender que para alcanzar la cima de la montaña, hay que atravesar el largo valle, y que la vela difunde su luz a base de consumirse poco a poco.
Ayúdame Señor, a desprenderme de las pretendidas seguridades, y a comprender que mis temores aumentan mi inquietud y mi impaciencia.
Ayúdame Señor, a aceptar mis limitaciones. Confío en Ti como niño que se siente seguro en los brazos de su madre. Y ayúdame a caminar por donde no puedo ver, sabiendo que Tú estás ahí, conmigo.
Autor Desconocido
Si tenemos claro que el Señor es nuestro Ayudador todo nos saldrá bien, porque reconocemos que somos impotentes ante algunas cosas, que como humanos que somos no sabemos lo que nos conviene y que El que todo lo conoce nos puede dirigir a lo correcto, a lo que edifica y nos conviene, asi que dependamos de El para todo, aun en lo incierto o lo que no conocemos, si vamos asidos de Su mano no nos equivocamos, no caemos y por ende vamos por el sendero que El trazo para nosotros.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA.
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