Hola mis amados:
Llevar una carga es algo molesto, por esa razón la debemos pasar a alguien, porque si no lo hacemos nos vamos llenando y nuestro andar se torna imposible, no tenemos paz, hay ansiedad, stress, temores y todo lo que puede acarrear el sentirnos con un peso grande en nuestra vida, no estamos excentos de problemas, enfermedades o situaciones difíciles, nadie puede decir que no lo ha experimentado, pero la diferencia radica en que se los remito a quien puede llevarlos y confio en que me dara la salida, la respuesta o lo que necesito, esa persona es Jesus, asi que no lo olvides y dale todo lo que te esta cargando.
PASA EL LADRILLO
¿Has observado alguna vez a obreros de la construcción trabajando en un edificio a distintos niveles de andamios, pasando los ladrillos del nivel inferior al andamio de arriba y de allí al siguiente? El trabajo avanza mientras cada ladrillo al llegar a un nivel es descargado y luego pasado al nivel siguiente.
¿Qué ocurriría si uno de los obreros del nivel intermedio no entregara sus ladrillos y al mismo tiempo le fuera alcanzada otra fila? ¿Qué si el hombre del nivel superior se negara a recibir su carga de ladrillos? El pobre hombre del nivel medio sería aplastado por la carga de ladrillos.
Eso es precisamente lo que nos ocurre en la esfera invisible. Cuando el primer problema nos alcanza fracasamos en no mandarlo "hacia arriba", y pronto nos sentimos presionados y oprimidos. Luego viene un segundo problema y un tercer problema y paulatinamente nos debilitamos hasta que finalmente quedamos aplastados bajo la carga.
El remedio es tan sencillo. Tan pronto como una ansiedad nos amenace debemos pasarla de inmediato "hacia arriba". Watchman Nee 1 Pedro 5:7 echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros. Mateo 11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
UN BUEN HOGAR Un buen hogar siempre estará donde el camino esté lleno de paciencia, donde la almohada esté llena de secretos, donde el perdón esté lleno de rosas. Estará donde el puente se halle tendido para pasar, donde las caras estén dispuestas para sonreír, las mentes activas para pensar y las voluntades deseosas para servir. Un buen hogar siempre estará donde los besos tengan vuelo y los pasos, mucha seguridad. Donde los tropiezos tengan cordura y los detalles, significación. Donde la ternura sea muy tibia y el trato diario muy respetuoso. Donde el deber sea gustoso, la armonía contagiosa y la paz dulce. Un buen hogar siempre estará donde el crecimiento sea por el mismo tronco y el fruto por la misma raíz. Donde la navegación sea por la misma orilla y hacia el mismo puerto. Donde la autoridad se haga sentir, y, sin miedos ni amenazas, llene la función de encauzar, dirigir y proteger. Donde los abuelos sean apreciados, los padres obedecidos y los hijos vigilados. Un buen hogar siempre estará donde el fracaso y el éxito sean de todos. Donde disentir sea intercambiar y no guerrear. Donde la formación junte los eslabones y la oración forme la cadena. Donde las pajas se pongan con el alma y los hijos se calienten con amor. Donde el vivir esté lleno de sol y el sufrir esté lleno de fe. Un buen hogar siempre estará en el ambiente donde naciste, en el huerto donde creciste, en el molde donde te configuraste y el taller donde te puliste. Y muchas veces será el punto de referencia y la credencial para conocerte, porque el hogar esculpe el carácter, imprime rasgos, deja señales y marca huellas. Las vetas y el crecimiento dejados por un buen hogar son indestructibles. Los principios parecen como grabados en hierro. La fe como cincelada en roca, y el amor llevado como bandera. Es montar el barco más seguro para navegar el mundo. Con buenos hogares se podría salvar el mundo, porque ellos tocan a fondo la conducta de los hombres, la felicidad de los pueblos y la raíz de la vida. Aunque hay excepciones, pero ese hogar primero, nunca se pierde; ¡te lo llevas en el alma! Nunca se oscurece; queda en las luces que te alumbran el camino. Nunca se lo lleva el viento; queda prendido en tu raíz. El hogar, es una prioridad, pues como la buena tierra, ¡da lo que le siembran!
Es muy cierto esto, obtenemos lo que sembramos, porque si tengo semillas de tomate es lógico que recogeré tomates, de igual forma lo que invierto en el hogar, con mis hijos, mi conyuge y los intereses que tenemos en común, el hogar nosotros somos el reflejo del hogar, de lo que hicieron los padres y la convivencia con los hermanos, si hay buenas bases pues el edificio durara, pero si no están firmes se caera, de nosotros depende como construimos y que fruto daremos, que sea el mejor porque el fundamento es el amor, la tolerancia, el perdón, la sujeción, la obediencia y sobre todo la armonía.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA.
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