Hola mis amados:
Los que somos padres no nacimos aprendidos para esta función, pero mensajes como el siguiente nos dan unas pautas que nos ayudan muchísimo, mas en este tiempo donde no hay lugar para el dialogo, los juegos o pasar tiempo con los hijos por cuestiones de trabajo, a veces incurrimos en errores que si se ven a tiempo y se corrigen nos ayudan a crecer y mejorar, por tanto apliquemos esto a nuestras vidas para que cada dia seamos mejores y que lo que estamos sembrando mañana de un fruto abundante para nuestra satisfacción, cuando tengamos los nietos entre las piernas y nos gocemos de ver esa generación. DECÁLOGO PARA PADRES Amarás a tu hijo con todo tu corazón, alma y fuerzas, pero sabiamente con tu cerebro. Verás en tu hijo una persona y no un objeto de tu pertenencia. No le exigirás amor y respeto, sino que tratarás de ganártelo. Cada vez que sus actos te hagan perder la paciencia, traerás a la memoria los tuyos, cuando tenías su edad. Recuerda que tu ejemplo será más elocuente que el mejor de los sermones. Piensa que tu hijo ve en ti un ser superior, no lo desilusiones. Serás en el camino de su vida una señal que le impedirá tomar rumbos equivocados. Le enseñarás a admirar la belleza, a practicar el bien y a amar la verdad. Brindarás atención a sus problemas cuando él considere que puedes ayudar a solucionarlos. Le enseñarás con tu palabra y con tu ejemplo a amar a Dios sobre todas las cosas. Braulio Pérez
USA TUS SENTIDOS SABIAMENTE
Encontraba en la biblioteca un hombre vestido de overol de esos que usan los trabajadores de las fábricas, y calzaba sandalias en un día muy frío. En sus manos llevaba varios libros. ¿Quién es ese hombre?, era la pregunta general. Es un profesor de Física, y viene del Perú; fue la respuesta, con la siguiente historia: Un día este hombre llegó hasta la facultad de Física vestido del modo tan particular en que le gusta vestir. Pidió, una entrevista con el decano. Le indicaron que estaba en una reunión con un grupo de docentes. El hombre insistió en verlo. La secretaria lo buscó, y al rato salió el decano a verlo. Luego de saludarlo, el hombre le dijo: Vengo a pedir trabajo como docente de Física. El decano miró su apariencia de arriba abajo; su aspecto era la antítesis de un profesor universitario. De pronto, el decano dibujó una leve sonrisa en su rostro y lo invitó a que lo acompañara. Entraron en una sala, donde había una media docena de docentes universitarios. El decano le dijo: Hace poco recibimos este libro como texto guía. Estamos aquí intentando solucionar unos problemas de Física. Si usted es capaz de resolverlos, lo contrato como docente. El hombre tomó el texto, se dirigió a una pizarra y tranquilamente comenzó a resolver uno a uno los problemas que le habían indicado. Los docentes cambiaron poco a poco, la sonrisa de burla que tenían en sus rostros, por una cara de asombro. Cuando terminó, el decano, atónito, le dijo casi tartamudeando: -¿Cómo pudo hacerlo? ¡Hemos estado aquí varios días sin poder resolver estos teoremas! El hombre, con sencillez, simplemente respondió: -Yo soy el autor del libro. La mejor forma de equivocarnos con las personas es juzgarlas por aspectos externos. Ninguna persona encaja fácilmente en los estereotipos que nos formulamos de ellas.
Todos hemos caído alguna vez en esto, juzgar a la ligera y por lo que nuestros ojos ven, como no conocemos el interior el concepto lo basamos en lo externo, pero aprendamos de esto para que no lo volvamos a hacer, las personas valen mas por aquello que no conocemos que por lo que vemos, aceptemos a cada uno como es con sus virtudes y defectos y podremos entonces vivir mejor en este mundo.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA.
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