Hola mis amados:

En todo momento, circunstancia o lugar en donde estemos debemos siempre ponernos en las manos de Dios, El es nuestra guía y sostén, sin El nada podemos hacer, puesto que si obramos de acuerdo a nuestro criterio podemos equivocarnos y entonces el resultado será fatal, por tanto si acudimos a El en oración nos atiende, asiste y ayuda como nuestro mejor Amigo.

PONTE EN LAS MANOS DE DIOS?

Ponte en las manos de Dios al abrir los ojos a la luz de un nuevo día y a medida que te pasen las horas, recuerda que Dios dirige tu vida porque le tienes cerca de ti.
Ponte en las manos de Dios cuando te sientas perdido sin saber el camino que has de seguir.
Ponte en las manos de Dios cuantas veces salgas de tu hogar y pídele que El dirija tus pasos por donde quiera que vayas.
Ponte en las manos de Dios cuando te sientas enfermo y triste y tu vida esté asediada de grandes temores.
Ponte en las manos de Dios cuando el bien que tú haces sea tenido por mal y tus propósitos no sean comprendidos
Ponte en las manos de Dios cuando tu vida esté rodeada de peligros y no tengas auxilio de ninguna parte.
Ponte en las manos de Dios cuando lo tengas todo por perdido y creas que tu esperanza se desvanece.
Ponte en las manos de Dios cuando no comprendas las causas de tus sufrimientos y tus pruebas.
Ponte en las manos de Dios cuando las puertas se te cierren y no sepas hacia donde dirigirte.
Ponte en las manos de Dios cuando creas que todas las cosas están en contra de ti y sientas que los has perdido a todo.
Ponte en las manos de Dios y verás cómo a la postre todo se arregla para tu bien.
(Anonimo

LAS OTRAS DOS CRUCES

Cuando Jesús fue crucificado había otras dos cruces en el Calvario; y colgando de ellas habían dos pecadores.
Uno de ellos, enojado con su dolor, arrojaba insultos a Jesús, hasta que cayó inconsciente y murió.
Jesús sufrió todo en silencio, ofreciendo su sangre por los pecadores, incluyendo este que lo insultaba. El otro pecador, movido por el ejemplo visible de Jesús y su gracia invisible, confesó sus pecados y clamó por misericordia.
La respuesta inmediata vino de los labios y el corazón de Jesús: 'En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso' (Lc 23:39-43).
Nada ha llevado más miradas al cielo como la noche; cuando la oscuridad cae sobre la tierra, nuevas luces aparecen en el firmamento. Y nada ha atraído más almas a Cristo que la cruz.
El corazón de Jesús se alegra grandemente cuando un pecador se acerca a Él arrepentido. Muchos de ellos llegan en formas inesperadas, incluso al último momento, como el ladrón arrepentido.
La cruz, no importa como venga, se convertirá en maldición para unos, mientras que para otros se convertirá en bendición. Todo depende de la actitud de cada uno hacia el Crucificado.
La cruz pone al hombre ante una encrucijada en la vida: o este decide acogerla y acercarse a Jesús, o decide abandonarla y darle la espalda a Jesús. Nuestro futuro depende de qué posición adoptemos en los momentos de crisis.
Hay momentos en que estamos llamados a amar a Cristo más que la vida misma.
Existen muchas tragedias personales en este mundo, muchas vidas rotas por la cruz.
La verdadera razón por la cual son rotas no es la presencia de una cruz enorme; es porque la gente falla en amar a Jesús más que a la vida, es porque se rehúsan a aceptar la cruz.

Amar a Jesus mas que a todo en la vida es lo que debemos hacer, el primer mandamiento es asi y si no lo cumplimos las consecuencias serán nefastas, porque no tendremos el amor de Dios en nuestro corazón y por ende no podemos amar a los demás, recurrir a El en todo momento debe ser lo primero que hagamos porque en El encontramos la respuesta, por tanto a El toda la Gloria y gratitud por siempre.

Los amo y bendigo en Jesucristo.

MAGNOLIA.

 

MÉTELA EN TU CORAZÓN 

Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo.  Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-

"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"

Salmo 119:11