Hola mis amados:
Hay penalidades en la vida de todo ser humano, pero la diferencia radica en como afrontarlas, en la Palabra de Dios el apostol Pablo nos compara a un buen soldado y estos pelean batallas, la nuestra es en la fe y es ahí donde radica todo, porque sin fe es imposible agradar a nuestro Dios, El es quien pelea por nosotros y ha ganado para que estemos triunfantes en Jesus, asi que la diferencia es mucha, cuando El es el Vencedor y nos da Su victoria.
SUFRES PENALIDADES? por Profeta Nelly Rodriguez,
Si acostumbramos nuestra mente a permanecer en la Palabra de Dios, somos vencedores. No importa que pueda venir, recuerda, "Dios lo puede todo!" No como quien debe convencer a Dios de que obre en favor de nosotros, sino con el claro convencimiento de que Él está de parte nuestra y desea actuar en nuestro favor y para nuestro beneficio. Satanás hará todo lo que está a su alcance para convencerle de que usted está solo en esa batalla y lo hará haciéndole sentir que está solo. Hoy le digo no le crea. No estoy diciendo que no habrá aflicciones, más bien estoy enfatizando en cómo enfrentar estas aflicciones. Pablo le escribe a Timoteo acerca de la actitud correcta frente a las batallas de la vida. "Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo" 2 Timoteo 2:3. He subrayado esta frase, “buen soldado", con toda intención por que ella es la que denota la manera en que debemos sufrir. Pablo no elimina la aflicción, sino más bien la enfoca apropiadamente en un enfoque o ambiente de guerra, es eso lo que hace un soldado, la guerra, y en este caso a quien se le hace la guerra es al enemigo, Satanás, que esta debajo de pies de Jesus que lo venció en la Cruz del Calvario. Si lo crees puedes ser un triunfador, para que el sepa quien eres, quien somos en Cristo y su Sangre Redentora derramada que lo venció. Si depende de ti, si hoy estas sufriendo penalidades, Se un buen soldado en Jesucristo y vence! Dios te bendiga! LA COMPASIÓN DE SÍ MISMO En una isla del Canal de la Mancha hay un peñasco bastante alto en donde Víctor Hugo, enfermo y desterrado de su querida Francia, subía todas las tardes a contemplar la puesta del sol. Luego, al salir de su ensimismamiento, se levantaba y buscaba una piedra, a veces pequeña, a veces grande, la cogía y con una sonrisa de satisfacción, la arrojaba al mar. Un grupo de niños que solían jugar por ahí, siempre se preguntaban por qué aquel señor hacía eso todas las tardes. En eso, una niña se animó a preguntar: -Monsieur, ¿por qué viene usted aquí a tirar piedras? Después de unos segundos de silencio, el gran escritor sonrío y repuso: ”No son piedras, hija mía. Es la compasión de mí mismo lo que tiro al mar". Este acto simbólico encierra una gran enseñanza. Quejarse y lamentarse de uno mismo son sentimientos egoístas que nos generan dudas y temores, los dos grandes enemigos del progreso humano. Para vencer en la vida debemos elevar el pensamiento más allá de nuestra propia persona; saber que en cualquier empeño, la medida del éxito dependerá de la generosidad y la alteza de nuestro propósito. Y si aún así nos vemos en peligro de desfallecer bajo el peso de circunstancias adversas, recordemos al gran Víctor Hugo en aquel peñasco. Inspirémonos en su ejemplo, reunamos nuestras pesadumbres, imaginemos que han formado una sola piedra... ¡y lancémosla lejos de nosotros! Nuestro renovado espíritu, nos lo agradecerá. A. J. Cronin
La compasión es algo que no debemos sentir sino por los demás, porque si en nuestro corazón esta este sentimiento entendemos a quien sufre, que este lejos de sentirla por nosotros mismos, porque debemos tener claro que somos especiales a los ojos de Dios, que El nos ama con amor eterno y que somos de valor para El, entonces no hay cabida para que esta compasión se sienta por uno mismo.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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