Un día le pedí a Dios instrucciones para vivir en esta tierra... Dios acercó su voz a mi oído y me dijo:
Sé como el sol: Levántate temprano y no te acuestes tarde. Sé como la luna, brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor. Sé como los pájaros, come, canta, bebe y vuela.
Sé como las flores, Enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces Sé como el buen perro obediente, pero nada más a su Señor. Sé como la fruta, Bella por fuera, saludable por dentro. Sé como el día, Que llega y se retira sin alardes.
Sé como el oasis, Da tu agua al sediento. Sé como la luciérnaga, Aunque pequeña emite su propia luz. Sé como el agua, Buena y transparente. Sé como el río, Siempre hacia adelante. Y por sobre todas las cosas, Sé como el cielo: La morada de Dios.
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