Hola mis amados:
Cuando damos de lo que tenemos es una bendicion, no pensemos que se agotara o que no debemos compartir, hemos recibido del Señor todo lo que tenemos y El espera que repartamos de eso que por gracia nos ha sido dado, si lo hacemos vaciamos nuestras manos para que sean llenas de nuevo, debemos ser dadivosos y despojarnos del egoismo, haciendo esto Glorificamos al Señor y pensamos siempre en el projimo, no nos arrepentiremos de esto nunca.
HABLANOS DEL DAR
Entonces, un hombre rico dijo: Háblanos del dar.
Y el profeta contestó: «Dan muy poca cosa cuando dan de lo que poseen. Cuando dan algo de ustedes mismos es cuando realmente dan. ¿Qué son sus posesiones sino cosas que atesoran por miedo a necesitarlas mañana?
»Hay quienes dan poco de lo mucho que tienen y lo dan buscando el reconocimiento que malogra su regalo.
»Y hay quienes tienen poco y lo dan todo. Éstos son los que viven confiando en Dios, y su cofre nunca está vacío.
»Hay quienes dan con alegría y esa alegría es su premio. Y hay quienes dan con dolor y ese dolor es su bautismo.
»Es bueno dar algo cuando ha sido pedido, pero es mejor dar sin demanda, comprendiendo las necesidades del otro.
»Decía a menudo: "Daría, pero sólo al que lo mereciera".
»Los árboles en su huerto no dicen así, ni lo dicen sus rebaños en la pradera. Ellos dan para vivir, porque guardar es perecer...»
LA MEJOR FAMILIA DEL MUNDO
Carlota espera ansiosa, en el orfanato, que la venga a buscar su nueva familia adoptiva. Durante toda la noche imagina cómo serán: ¿pasteleros?, ¿piratas?, ¿domadores de tigres?, ¿astronautas? Cuando lleguen Los Pérez, Carlota descubrirá que son todo eso y mucho más.
Una bonita mañana de mayo, Carlota estaba jugando en el jardín del orfanato cuando la directora la llamó a su despacho.
Te ha adoptado una familia, Carlota. Vendrán a por ti mañana dijo.
Por supuesto, los otros niños no tardaron en enterarse de la buena nueva.
¡Qué suerte!
¡Qué envidia!
¡Felicidades, Carlota!
¿Cómo crees que será tu nueva familia?
Carlota cruzó los dedos y pidió un deseo: "Espero que sea la mejor familia del mundo." Esa noche, Carlota no podía dormir de los nervios y pensó en cómo sería la familia perfecta. Imaginó que la adoptaba… ¡una familia de pasteleros!
Si la adoptaba una familia de pasteleros, viviría en una pastelería. Podría pasar el día entre tartas, torteles, bollos y bombones. Escribir mensajes de azúcar en las tartas y sorber el merengue de los pasteles de merengue. Tendría palmeras de chocolate para desayunar, comer, merendar y cenar. Sin duda, ¡una familia de pasteleros sería la mejor familia del mundo!
Aunque pensándolo mejor… Como seguía sin poder dormir, Carlota volvió a pensar en cómo sería la familia perfecta. Imaginó que la adoptaba… ¡una familia de piratas!
Si la adoptaba una familia de piratas, viviría en un barco pirata. Podría navegar por los siete mares. Pintar banderas de calaveras y huesos y buscar tesoros de doblones de oro. Luciría un mono en el hombro derecho, un loro en el izquierdo, un parche en el ojo y una pata de palo. Sin duda, ¡una familia de piratas sería la mejor familia del mundo!
Aunque pensándolo mejor… Como aún no podía dormir, Carlota volvió a pensar en cómo sería la familia perfecta. Imaginó que la adoptaba… ¡una familia de domadores de tigres!
Si la adoptaba una familia de domadores, viviría en un circo. Podría pasar el día jugando con los tigres. Rizar los bigotes de los cachorros y contar las rayas de su pelaje. Llevaría un tigre de bengala al colegio para ser la más popular del recreo. Sin duda, ¡una familia de domadores sería la mejor familia del mundo!
Aunque pensándolo mejor… Como todavía no conciliaba el sueño, Carlota volvió a pensar en cómo sería la familia perfecta. Imaginó que la adoptaba… ¡una familia de astronautas!
Si la adoptaba una familia de astronautas, viviría en una nave espacial. Podría visitar todos los planetas. Beber batidos en la Vía Láctea y bailar el hula hop con el anillo de Saturno. Contaría estrellas para dormirse por las noches. Sin duda, ¡una familia de astronautas sería la mejor familia del mundo!
Aunque pensándolo mejor… Con sorpresa, Carlota miró la ventana y descubrió que ya se había hecho de día. ¡Había pasado la noche entera sin dormir y su nueva familia ya había llegado a buscarla!
Los Pérez.
Leonor, la nueva madre de Carlota, es funcionaria de correos. No es pastelera pero, todas las tardes al volver del cole, nunca se olvida de comprarle a Carlota una enorme palmera de chocolate para merendar.
Roberto, el nuevo padre de Carlota, es agente de seguros. No es un pirata, pero le encanta jugar con Carlota a buscar tesoros escondidos en el descampado del barrio.
Elvira, la nueva abuela de Carlota, está jubilada. No es domadora de tigres, pero tiene dos gatos, Bigotes y Bruno, que se pasan el día dormitando en su regazo y les encantan las sardinas.
Pedro, el nuevo hermano de Carlota, estudia en el mismo colegio que ella. No es astronauta, pero ha decorado el techo del dormitorio con estrellas que brillan en la oscuridad para que él y Carlota puedan contarlas por la noche antes de dormir.
Y así, bajo el cielo estrellado de su habitación, Carlota Pérez por fin pudo dormir y no tuvo que imaginar más.
Había conseguido la mejor familia del mundo.
El deseo de esta niña se dio, porque encontro en todos los miembros de la familia lo que ella deseo, por eso consiguio esa familia perfecta, es lindo cuando se adopta a alquien que ha perdido a sus padres o que la mama no quiso tener ese hijito, ellos son seres humanos que necesitan mucho amor, cuidado y un ambiente especial para que se sientan acogidos y puedan desarrollarse en ese nucleo vital que es la familia, si damos amor lo recogeremos y es la mejor cosecha.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA