Jesús es el festejado, pues Él es el cumpleañero, para Él es la fiesta, por esa razón debemos festejarlo como lo merece el Rey de Reyes, el Hijo del Dios vivo, el Mesías salvador y libertador, el Buen Pastor, aquel que dio la vida por nosotros.
Sin embargo también nosotros estamos de fiesta pues ha llegado quien es el camino la verdad y la vida, el que vino para que tengamos vida en abundancia, ese que nos trae la luz para iluminar las tinieblas, el salvador, el redentor, el que perdona los pecados, el que es amor, el que derramará su sangre por nuestro perdón.
Vayamos pues, como los pastores, a encontrarnos con Él para adorarlo en su humilde pesebre, llenos de alegría, cantándole con el corazón rebosante de amor.
(de internet)
