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†☼♥REFLEXIONES♥†♥ : PARA VIVIR MORALMENTE…. Y LA IN‏FLUENCIA DE UN PADRE.
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: MAGVBIL  (Mensaje original) Enviado: 08/01/2011 22:51
 
   
 
                                

 

    

Hola mis amados:

 

Nuestra forma de vida se basa en lo que hemos vivido y aprendido de los demás, esto hara que las bases que tengamos sean firmes o endebles, porque si nos dejamos llevar por la razón sin tener en cuenta la fe el resultado es catastrófico, por tanto que busquemos la dirección del Señor en todo para que el resultado sea el mejor, si El nos guía llegaremos a lo seguro y veremos que que hicimos fue lo correcto.

 

PARA VIVIR MORALMENTE….

 

Para ser hombres de bien es precisos tomar una resolución firme de actuar según las reglas objetivas que nos muestra la razón. Sin embargo, nuestra conciencia no es infalible; requiere educación. De ahí nuestra deber de aceptar dos obligaciones en relación a ella: obedecerla y formarla.

Obedecer a la conciencia

A menudo es difícil obedecer a la conciencia. Tomás Moro, Canciller de Inglaterra en el s. XVI, fue decapitado por su buen amigo, el rey Enrique VIII, por negarse a reconocerlo como cabeza de la Iglesia en Inglaterra. Fue un problema de conciencia. Pero ordinariamente, las dificultades surgen de nuestro interior: las pasiones, la soberbia y el egoísmo tiran de nosotros en dirección opuesta a la que debemos seguir.

Un obstáculo particular de nuestra época es la tendencia al racionalismo. Cuando no alcanzamos a comprender el por qué de una norma u obligación, rehusamos obedecerla.. Esto contrasta curiosamente con la experiencia diaria de la vida, en la que aceptamos sin mayor dificultad un sinnúmero de leyes y fenómenos que no comprendemos plenamente. Pocas personas podrían dar una explicación científica seria del magnetismo, de la electricidad o de la gravitación de los cuerpos; los demás nos conformamos con admitir que son una realidad y que funcionan. Tal vez deberíamos ser más consecuentes en el campo moral y admitir que, aunque las proposiciones éticas son de suyo razonables, no siempre seré capaz de descubrir sus porqués con mi entendimiento, especialmente si no soy perito en la materia. Esto no elimina mi responsabilidad, la cual brota de un principio general que comprendo en sí o de la libre aceptación de una autoridad que me comprometo a obedecer.

Formar una conciencia recta

Nuestra conciencia no es infalible y, de hecho, se equivoca. Algunas veces se debe a una formación deficiente. Es posible, por ejemplo, que un niño crezca con un sentido equivocado de lo que significan algunos valores de notable importancia moral, como el perdón de nuestros enemigos, la honradez, la pureza y la obediencia a la autoridad legítima. También ocurre que personas dotadas de valores sanos se equivocan al afrontar circunstancias nuevas o imprevistas. La conciencia es un juicio humano e imperfecto, que requiere educación y, a veces, corrección.

Toda persona debería al menos conocer suficientemente las obligaciones morales de su propio estado y profesión: un médico debería conocer la ética médica; una pareja casada, sus deberes mutuos y para con sus hijos; un hombre de negocios, sus obligaciones para con sus empleados, así como los principios de la justicia y la caridad. ¿Cómo imaginar a un cristiano que ignora los Diez Mandamientos y la enseñanza moral básica de Cristo y de su Iglesia? Estas obligaciones morales son los principios objetivos, los puntos de referencia para nuestra conciencia.

 

LA IN‏FLUENCIA DE UN PADRE.

 

El plan de Dios es que los padres sean personas de influencia en las vidas de sus hijos. Por medio del amor, el apoyo y una conducta digna de imitar, los papás pueden tener un papel importante en la educación de sus hijos para la piedad (1 Ti. 4:8). Y los padres cristianos tienen todo lo que necesitan para pastorear a sus hijos (2 P. 1:3).

La mejor influencia de un padre es su andar con el Señor. Los preescolares tienen una mente impresionable y recordarán cuando nos veían leyendo la Biblia, orando de rodillas y adorando a Dios con otros creyentes. Cuando estén en la escuela primaria podremos hablarles del porqué leemos la Palabra de Dios y oramos. Notarán que buscamos en la Biblia las respuestas a los problemas de la vida, y cómo recibimos la dirección de Dios en respuesta a la oración. Cuando nos oigan expresar nuestra confianza de que Dios tiene un plan para sus vidas, crecerá su confianza en Él. Más tarde, cuando sean adolescentes, estarán pendientes de ver qué tanto concuerdan nuestros hechos con nuestras palabras. Puesto que no somos perfectos, tropezaremos, pero si manejamos nuestros errores de una manera piadosa y hacemos los cambios necesarios, eso les dirá mucho del perdón y el poder transformador de Dios.

La intención de Dios no fue que los padres hicieran esto solos. Mamás, tías, tíos, abuelos y amigos tienen también un papel importante en la enseñanza, y siendo modelos en cuanto a la piedad. Al trabajar todos juntos bajo la guía del Espíritu Santo, podremos ver convertidos en realidad el sueño que tenemos para nuestros hijos: que amen y sirvan a Jesús con todo el corazón.

 

Hay un refrán que dice que el ejemplo es mejor que mil palabras y es cierto, porque lo que ven nuestros hijos es lo que marca sus vidas para imitarnos, si somos cristianos que ellos mismos digan que somos autenticos por los frutos que damos y por el testimonio que ellos darán de nosotros, recordemos que son prestados y que daremos cuenta de ello a Dios, que en este siglo malo brillen ellos con la Luz de Jesus.

 

Los amo y bendigo en Jesucristo.

 

MAGNOLIA.

    

 

   

MÉTELA EN TU CORAZÓN

Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo.  Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-

"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"

Salmo 119:11

 



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