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†☼♥REFLEXIONES♥†♥ : EL ELEFANTE ENTERO Y EL CAMINO
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: MAGVBIL  (Mensaje original) Enviado: 09/02/2011 01:35
   
 
 

 

 

 

Hola mis amados:

 

En la vida debemos afrontar que no siempre tenemos la razón y que esto no nos lleve a discutir sino a entender el punto de vista de los demás, aceptar que no todo lo sabemos y que reconociéndolo viviremos mejor, con tranquilidad porque toleramos, cedemos, entendemos y amamos, si cada uno de nosotros lo hiciera, seria un mundo mucho mejor, aportemos nuestro granito de arena.

 

EL ELEFANTE ENTERO

 

En todos los juicios que yo hago sobre ti, hay un juicio sobre mí mismo, y ambos son igualmente ciertos o falsos.  Mientras piense que yo estoy en posesión de la verdad y tú no lo estás, crearé separación, desigualdad y estableceré las bases para que el sufrimiento se instale en mi vida. Lo mismo ocurre si pienso que tú posees la verdad y yo no.
La realidad es que ambos poseemos una parte de la verdad y una parte de ilusión. Los dos miramos al mismo elefante, pero tú ves la cola y yo veo el tronco. Cuando se mira por separado, la cola y el tronco parecen que no tienen nada en común. Sólo cuando se ve la totalidad del elefante es cuando la cola y el tronco unidos cobran sentido.
No importa cuánto me esfuerce, me es imposible ver el significado de tu parte. La cola no comprende ni el porqué, ni la razón del tronco. La única forma en la que admitiré tu experiencia es aceptarla como cierta, de la misma manera que acepto la mía como tal. Debo dar la misma credibilidad a tus percepciones que a las mías. Hasta que no establezcamos esta igualdad, la semilla del conflicto permanecerá entre nosotros.
No es necesario que diga que tú tienes razón y que yo estoy equivocado. No necesito reemplazar mi verdad por la tuya, o vivir mi vida según tus premisas. Ni tampoco es preciso que diga que tú estás equivocado y que insista en que debes vivir tu vida según mis condiciones.
Estas exigencias provienen de la inseguridad y de la falsa creencia de que, para amarnos los unos a los otros, debemos estar de acuerdo. Yo opino que eso no es cierto.  Para amarte debo aceptarte tal y como eres. Es lo único que debo hacer.  ¡Pero eso es mucho! Aceptarte a ti tal y como eres, es una proposición tan profunda, como aceptarme a mí mismo tal y como soy.  Sería una tarea formidable poder hacerlo.
Permitir que tengas tu experiencia es el principio. Aprendo a respetar lo que piensas y sientes, aunque no me guste o no esté de acuerdo con ello. Incluso, aunque me disguste.  En lugar de hacerte responsable del dolor que siento en relación a ti, aprendo a enfrentarme a mi propio dolor. Mi reacción a tu experiencia -positiva o negativa- me proporciona información sobre mí mismo.

El compromiso conmigo mismo y contigo es trabajar con mi propio dolor, no responsabilizarte a ti de él.  Sólo cuando te devuelva el don de tu propia experiencia, sin imponerte mis propios pensamientos y sentimientos sobre ella, te amaré sin condiciones.  Cuando acepte tu experiencia tal cual es, sin sentir la necesidad de cambiarla, te respetaré y te trataré como a un ser espiritual.
Mis pensamientos y sentimientos tienen importancia en sí mismos, pero no como comentarios o acusaciones a tu experiencia. Al comunicar lo que pienso o siento sin hacerte responsable de mis pensamientos y sentimientos, acepto mi propia experiencia y permito que tú tengas la tuya.
 
En las relaciones, al igual que en la conciencia, las dos caras de la moneda deben ser aceptadas como iguales. Una persona no superará el conflicto hasta que la experiencia de ambas haya sido respetada.  La cuestión no es nunca el acuerdo, aunque lo parezca. La cuestión es: ¿Somos capaces de respetar nuestra experiencia mutuamente?
Cuando sentimos que la otra persona nos acepta tal y como somos, tenemos la motivación para adaptarnos el uno al otro. Adaptarse es hacerle al otro un lugar junto a nosotros; es no imponerse ni que se nos impongan.  Una vez que se llega a la adaptación, ambas partes moran juntas. El hombre y la mujer, el blanco con el negro, el rico con el pobre, los judíos con los cristianos o con los palestinos. Aceptar nuestras diferencias es honrar la humanidad que tenemos en común, es bendecir mutua y profundamente la experiencia que compartimos.  De modo que la cola y el tronco discutirán hasta ponerse morados y ninguno de los dos ganará la discusión, pues ambas experiencias son igualmente válidas.  Al permitir que esto sea posible, el elefante empieza a cobrar forma.
Al aceptar la validez de tu experiencia sin intentar cambiarla, sin intentar que sea algo más parecida a la mía, mi propia experiencia empezará a adquirir un mayor significado. Cuando te contemplo como a un igual y no como a alguien que precisa ser educado, reformado o determinado, el significado de nuestra relación se revela por sí mismo. Cuando se le da la bienvenida a cada parte, el todo empieza a tomar forma y resulta más fácil comprender y apreciar el significado de las partes.
 
Un mundo que pretende conseguir un acuerdo, encontrará conflicto y sectarismo. Un mundo que proporciona un espacio seguro a la diversidad, encontrará la unidad esencial para convertirse en entero.  Frente a los opuestos tenemos dos opciones: resistirlos o abrazarlos. Si los resistimos, provocaremos un conflicto entre el yo y el otro. Si los aceptamos, los integraremos como agentes dinámicos y originaremos una transformación alquímica en el interior del yo.
 
Reflexión:
Yo soy Yo, Tú eres Tú.
Yo hago lo mío, Tú haces lo tuyo.
Yo no vine a este mundo a cumplir tus expectativas.
Tú no viniste a este mundo a cumplir mis expectativas.
Sí coincidimos, ¡qué hermoso!
Pero si no, no hay nada qué hacer
Porque Yo soy Yo, y Tú eres Tú.
Autor Desconocido

 

EL CAMINO

 

El camino al exito no es recto.
Hay una curva llamada falla, un periférico llamado confusión, topes llamados amigos, luces de precaución llamada familia, y tendrás pinchaduras llamados trabajos.
Pero...si tienes refacción llamada determinación,  un motor llamado perseverancia,  un seguro llamado fe, un conductor llamado Jesús, llegaras a un sitio llamado éxito!

 

Pongamos en practica todo esto y nuestro camino será maravilloso, sobre todo porque no somos lo que conducimos, al dejar el egoísmo y darle el timon a Jesus es la mejor decisión que tomamos para que tengamos prosperidad al obedecer Su Palabra e imitarle en todo, asi todos sabran que somos Sus hijos.

 

Los amo y bendigo en Jesucristo.

 

MAGNOLIA 

MÉTELA EN TU CORAZÓN 

Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo.  Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-

"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"

Salmo 119:11

 



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