 
Hola mis amados:
No hay nada mas molesto que tener al lado una persona que se queje en todo momento o que sea su costumbre hacerlo, la vida es tan hermosa y hay tanto para aprender que si aplicamos esto viviremos aplicando el conocimiento y disfrutando de lo que sucede, porque si Jesús es nuestro Fiel compañero del camino, todo ira mejor y solo hay palabras para alabarle y darle gracias por tantos beneficios recibidos.
VIVE COMO UNA EXCLAMACIÓN, NO COMO UNA EXPLICACIÓN
La persona que siempre busca errores, difícilmente encuentra otra cosa.
Cualquier persona quejumbrosa, dirá que el éxito no es sino suerte.
Los niños nacen con optimismo y el mundo trata poco a poco,de disuadirlos.
El hecho es que cuanto más te quejes, menos lograrás.
Una vida quejosa es un surco profundo.
La única diferencia entre el surco y la tumba es el tiempo.
Un espíritu de queja primero llama, después es un invitado y al final es el amo.
Algunas personas siempre encuentran lo malo en cualquier situación.
¿Conoces a alguien así?
¿Cuántos quejumbrosos prósperos conoces?.
Las pequeñas cosas afectan sus pequeñas mentes.
Algunas personas están seguras, de que pueden mover montañas, si algún otro les despeja las rocas del camino.
Algunas de las personas más desilusionadas en este mundo, son las que reciben lo que les corresponde.
La miseria quiere su compañía
Los quejosos se atraen entre sí, mientras que repelen a la gente positiva.
Cuando Dios se dispone a bendecirte, no te envía personas quejumbrosas, sino que te manda a los que están llenos de fe, poder y amor.
Cuando sientas deseos de quejarte, entrega tu situación a Dios.
No te quejes, recuerda que la rueda que más chilla, es siempre la que se cambia primero.
Si te quejas de otras personas, no tendrás tiempo para amarlas.
Vive como una exclamación, no como una explicación.
John L. Mason
Del libro: Usted nació original no muera como una copia
VALOR
Vale más la sabiduría que las piedras preciosas, y ni lo más deseable se le compara." Proverbios 8:11
Mi trabajo es brindarle un servicio de asesoramiento a las empresas que nos contratan, para informarles que debilidades encontramos en los procesos que desarrollan y que riesgos detectamos en los controles de sus operaciones. Para esto, debemos darle un valor al riesgo que detectamos. Si la empresa tira a la basura cada computadora que se rompe, sin analizar el costo de su reparación, investigamos cuantas computadoras tiraron en el último año, multiplicamos por el precio promedio de mercado y decimos que se podría haber evitado una pérdida de tantos pesos, si en lugar de tirarlas, se hubieran reparado.
Esto de ponerle valor a las cosas es algo cotidiano en cada persona.
El mismo celular para alguno podría ser reemplazable, y para otros, por su carga afectiva un bien extremadamente valioso. Y en esta subjetividad de los afectos, cada uno le pone el valor que quiere a las cosas. Nuestra conducta de cuidado, está íntimamente relacionada con esa escala de valores.
Salomón sabía muy bien esto, y por eso, nos deja este consejo que no pasa de moda. Hay muchas cosas valiosas en la vida. Las piedras preciosas tienen un alto valor en el mercado de joyas, más allá de su valor afectivo. Y son muy bien cotizadas. Pero para Salomón, la sabiduría valía mucho más que ese bien tan precioso.
La sabiduría es algo que no se puede comprar, no se adquiere haciendo un máster en alguna prestigiosa universidad, no hay dinero que pueda pagar una porción de sabiduría. Sin embargo, es más valioso que el bien más valioso. Nada se le puede comparar en precio. Ni el bien más deseable y querido que te puedas imaginar.
Tal vez para ti esto sea una tontería. Y no te interese obtener sabiduría. Tal vez para ti, no es tan valioso y hay otras cosas mucho más deseables. Dios sabe muy bien que eso es un error y por eso dejó este consejo. Tus deseos y gustos cambian con el paso del tiempo. Tus bienes se desgastan y se desvalorizan o se rompen.
Pero quien adquiere sabiduría de Dios, la capacidad para discernir entre lo bueno y lo malo, la capacidad para temer a Dios en cada decisión, adquiere un bien que jamás se desvaloriza, ni se desgasta, ni envejece, ni pasa de moda.
REFLEXIÓN - Invierte bien, adquiere sabiduría.
Es la mejor inversión que podemos hacer cada dia, muchos buscan el rendimiento de las acciones, de sus negocios y muchas cosas mas, pero lo mejor es adquirir sabiduría de lo Alto, asi podremos vivir como el Señor lo espera y siendo ejemplo a los demás, porque el depender de El es lo mejor, sabe el futuro y nos conduce a Su perfecta voluntad, si le buscamos en oración y leemos Su palabra, le conocemos y somos sabios cada dia.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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