Judas se suicidó, ese fue su último pecado. Pero tú que atraviesas por duras pruebas, problemas y dificultades en este mundo, no le des cabida en tu mente jamás a esa posibilidad o posible salida. Todo empieza por un simple e “inocente” pensamiento: "Quiero desaparecerme del mapa", "quiero que termine todo", o simplemente: "ya estoy cansado(a) de esta vida". Sin embargo, a medida que vayas abrigan...do esa idea en tu mente (quizás en el subconsciente) y sigas repitiéndola cada vez que surge un momento o situación adversa en tu vida, más cerca estas de un día consumar ese acto cuando te encuentres ante una situación demasiada, difícil y dolorosa como para afrontarla (o poder sobrevivirla). En resumen, si jamás ha pasado por la mente la idea de quitarte la vida, ni siquiera le des cabida, aleja ese pensamiento de inmediato de tu mente. Sin embargo, si piensas al respecto con frecuencia, aunque suponiendo que no tienes el valor para llevarlo a cabo, póstrate de rodillas y pídele a Jesús que te perdone por siquiera pensar en ello y que te de fuerzas para sacar esos pensamientos de tu mente y te permita dejar de acariciar o meditar en esa posibilidad cada vez que enfrentas una dificultad. Jesús murió para salvarte, así que no te rindas o desmayes porque Él está contigo. Él promete que no te abandonará o desamparará (Deuteronomio 31:6).