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†☼♥REFLEXIONES♥†♥ : Liderazgo Practical "Juzgar"
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: MAGVBIL  (Mensaje original) Enviado: 07/12/2011 22:05
 
 
 
 
 
                
   Sepsussy.gif picture by BETZIS2   
Hola mis amados:
  
En varias ocasiones en la vida hemos juzgado a alguien, nos basamos en lo que vemos, nos han contado o simplemente porque nos parece que así debe ser, pero que equivocados podemos estar en ese juicio, que de hoy en adelante no hagamos mas esto porque Dios es quien hace la obra en cada persona y solo El como Soberano sabe lo que esta haciendo, debemos estar convencidos de que así es y que amemos a cada persona porque a esto nos ha llamado.
 
Liderazgo Practical "Juzgar" 
por DaRonn Washington
 
Es tan natural como respirar
Recuerdo que hace no mucho tiempo el Señor me mostró que no debía comer cebolla. Antes de continuar, debo contarles que me encantan los aros de cebolla. Hay alguna cosa en el sabor de la masa con que la rebozan, que me hace agua la boca. Lo malo es que a mi organismo no le sienta muy bien la cebolla. La última vez que comí cebolla en una ensalada, pasé tres días lidiando con la sensación de malestar en mi estómago y en mi paladar debido a eso. Así que era por mi bien que ya no comiera más aros de cebolla. La siguiente vez que fuimos a Burger King, y obedeciendo lo que Dios me había instruido, pedí papas fritas en lugar de aros de cebolla, pero lo que noté fue que mi esposa tal vez no había recibido el mensaje del Señor respecto a los aros de cebolla porque ella los pidió con su hamburguesa. Ahora, soy una persona que cree completamente en la libertad de elección, pero no pude evitar sentirme un poco resentido. No pude evitar sentir lo injusto de la situación. Lo que quería era que esa misma convicción con la que Dios estaba tratando conmigo fuera para todos los demás. Los aros de cebolla como tal no eran malos ni eran pecado. Pero, debido a que aprendí que no debía comerlos, hubiera desobedecido a Dios si los hubiera comido. Lo que yo quería era que todos tuvieran esa misma convicción.
Yo creo que muchas personas son de la misma manera. Debido a que tienen convicciones personales, creen que todo el mundo debe tener las mismas convicciones. Cuando el mundo no tiene esas mismas convicciones, damos lugar a la tendencia para juzgar. Si fuera como ellos piensan, Burger King podría ser llevada a la corte, porque inclusive ofrecen esa opción en el menú.
El peligro de la auto-disciplina
Una de las cosas más peligrosas respecto a la auto-disciplina es que resalta los defectos. Por ejemplo, a una persona no le gusta ver cuánto está aumentando de peso, así que comienza a hacer ejercicio y a comer correctamente. Después de un tiempo, le gusta lo que ve en el espejo porque está corrigiendo un defecto. Posteriormente, comienza a mirar a los demás y nota que tienen el mismo defecto que una vez tuvo. Si no tiene cuidado, el juicio se hará presente y comenzará a pensar que es mejor que los demás.
Definición del juicio
Opinión: el documento legal declarando las razones para una decisión jurídica, “las opiniones son escritas generalmente por un solo juez”.
Juicio: una opinión formada al juzgar algo, “él estaba reacio a dar a conocer su juicio”; “ella cambió de opinión”.
Juicio: el proceso cognitivo de alcanzar una decisión o de llegar a conclusiones.
Juicio: (ley) la determinación de una corte de jurisdicción competente sobre asuntos referidos a la misma.
Juicio: el acto de juzgar o evaluar a una persona o situación o evento, “ellos criticaron mi juicio sobre los participantes”.
El juicio es el proceso de etiquetar a una persona basándose en sus acciones, comportamiento o circunstancias. Es importante entender que la Biblia hace referencia a un tiempo en el que es apropiado juzgar, y otro tiempo en el que no lo es. Como cristianos maduros, debemos entender la diferencia.
Dos tipos de juicio
Como mencioné anteriormente, existen dos tipos de juicio. El primero es un juicio justo y el otro es un juicio injusto. La principal diferencia es con respecto al pecado y a la actitud. La Biblia menciona varias clasificaciones de pecado que son inaceptables, por ejemplo el adulterio. Cuando una persona se involucra en este pecado, tiene que ser confrontada porque tiene el potencial de dañar la vida de la persona y de la iglesia en general.
Romanos 1:28-32 “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican”.
También la actitud entra en juego. Juzgar injustamente a otra persona es cuando crees que eres mejor que otra persona, porque has adquirido una disciplina cristiana que ellos no han adquirido.
Lucas 18:10-14 “Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido”.
Cuando una persona cree que es mejor que otra, se olvida que una vez todos fuimos pecadores. Se convierte en el juez y no en la parte demandada. Por eso, el primer elemento de un juicio justo (la violación de un pecado claramente identificado en las escrituras) solo puede ser juzgado si el segundo elemento (la actitud de que no eres mejor que el otro) es aplicado.
“El juicio justo tiene lugar cuando existe un pecado cometido que ha sido claramente identificado en las Escrituras, y en segundo lugar cuando se adopta la actitud de que no eres mejor que la otra persona”.
El juicio es una espada de doble filo
El juzgar a los demás justa o injustamente puede ser como una espada de dos filos, porque la Biblia nos enseña que el minuto en que juzgamos a los demás seremos llevamos bajo el mismo tipo de juicio. En otras palabras, si juzgamos a una persona de acuerdo a la ley y buscamos las consecuencias de esa ley para sus vidas, y posteriormente ese agravio se encuentra en nuestra vida, vamos a recibir el mismo juicio. Por eso es tan importante no juzgar a los demás tan rápidamente. Cuando llevamos la letra de la ley a la escena, será medida en nosotros en la misma manera en que juzgamos a los demás.
Mateo 7:1-6 “No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen”.
Algunos puntos sobre el juicio dentro de la iglesia local
No debemos juzgar a la gente basados en la apariencia. Juan 7:24 “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio”. Las apariencias pueden ser engañosas. Es por eso que uno nunca debiera juzgar a otro sin haberse informado bien.
Si estamos haciendo las mismas cosas, entonces no tenemos derecho para juzgar a otro. Romanos 2:1-3 “Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?” Aquellos que están juzgando constantemente a los demás no entienden las consecuencias de juzgar, o de otro modo no juzgarían tanto. El momento en que juzgamos a los demás en un área, el mismo Señor nos juzgará en esa misma área. Así que, antes de juzgar a los demás debemos estar confiados de que el microscopio del Señor no vaya a encontrar ésta misma ofensa en nuestras vidas.
Es la tarea del cuerpo de liderazgo de la iglesia emitir un juicio que aparte a la persona de la iglesia. Mateo 18:15-17 “Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano”. Mateo 18:15 al 17 declara con claridad que es el cuerpo de gobierno de la iglesia quien determina si una persona debe ser apartada de la iglesia o no. No es la tarea del miembro en particular transmitir juicio sobre otro miembro y sacarlo de la iglesia. El cuerpo gobernante de la iglesia lo hará si se cree que es necesario.
El juicio desde la posición de la gracia
Juan 8:1-11 “Y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más”.
Todos somos una obra en proceso siempre que recordemos que estaremos menos inclinados a juzgar a los demás. El ejemplo que nos dio Jesús es el mejor ejemplo. En Juan 8:1-11 Él fue el único que tuvo el derecho de juzgar a la mujer. En otras palabras Él era el único que el microscopio de Dios podía haber examinado y no haber encontrado pecado en su vida. Aún así Él escogió el camino de la misericordia y no del juicio. La razón era que el juicio no trae arrepentimiento necesariamente, del modo que lo hace la misericordia. Yo creo que para ser cristianos saludables debemos tener el mismo tipo de juicio, guardándolo para cuando tengamos que hacerlo absolutamente.
 
Aprendamos entonces de Jesús que no condena a nadie, El vino a salvar a la humanidad sabiendo que somos pecadores y que solo Su amor y perdón pueden hacernos nuevas criaturas, que seamos misericordiosos y acojamos a todos en el amor de Dios para que puedan sentirse abrigados con esto y sepan que somos Sus hijos por los hechos y palabras que digamos.
 
Los amo y bendigo en Jesucristo.
 
MAGNOLIA
Sepsussy.gif picture by BETZIS2    
 

 

MÉTELA EN TU CORAZÓN 

Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo.  Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-

"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"

Salmo 119:11



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